Alberto Fernández - Tribuna Abierta
'Barcelona Shore'
Colau no puede convertir Barcelona en un capítulo más de Gandía Shore, aquel programa de televisión que llevaba a jóvenes a pasar una breve estancia vacacional a una zona de ocio donde todo valía
El importe de las sanciones por incivismo en Barcelona durante 2015 se redujo un 24%. Este hecho confirma que la llegada de Colau a la alcaldía ha supuesto una relajación en la lucha contra el incivismo. La radiografía de la falta de civismo en Barcelona se agrava, porque la impunidad de aquellos que no respetan la ciudad continua siendo casi absoluta. El bajo cobro de infracciones por venta ambulante, graffitis o prostitución en la calle lo demuestran.
En pleno debate del top manta y con el efecto llamada que ha convertido a Barcelona en un zoco de manteros por la permisividad de Colau, podemos comprobar que las sanciones por venta ambulante no autorizada se reduce hasta un 20% durante en 2015, bajando de los 11 millones de euros a los 8. Mientras en la ciudad se contabiliza que los manteros han crecido de 150 a casi los 1.000 en el último año. La única solución de Colau pasa por instalar un ‘skate park’ en el Paseo de Juan de Borbón para disuadir a los manteros. Una medida que no evita la venta ambulante ilegal que se trasladará de un lugar a otro de la ciudad hasta que no se realice una presión y actuación policial constante.
Sobre los graffitis pasamos de 232.000€ a 116.000€, una reducción del 50%, una cifra que pone en evidencia que la lucha por evitar el vandalismo de las pintadas es apenas testimonial. Sobre relaciones sexuales o prostitución en la vía pública, la recaudación de sanciones ha caído en picado reduciéndose un 64%. A pesar de esta bajada, Barcelona ha sido noticia ocupando portadas de diarios por la prostitución en la zona de la Vila Olímpica y también ha sido escenario de vídeos virales como el caso de la pareja que practicaba sexo en pleno andén de la parada de Liceo de la Línea 3 del metro.
Entre otros aspectos también se han reducido otras sanciones realizadas en la vía pública como escupir -39%, orinar -15%, defecar -34%, nudismo -43%, consumo de alcohol -87%, o incumplir ordenes de los agentes de la Guardia Urbana -92%. El gobierno municipal de Colau ha dejado de lado la exigencia y el cumplimiento de las ordenanzas y las normas de respeto, actualmente ser un gamberro y un jeta en Barcelona sale gratis, ya que las multas no se llegan ni a cobrar.
Colau no puede convertir Barcelona en un capítulo más de Gandía Shore, aquel programa de televisión que llevaba a un grupo de jóvenes a pasar una breve estancia vacacional a una zona de ocio donde todo valía, borracheras, peleas, sexo en plena calle. Barcelona debe recuperar su imagen de ciudad cosmopolita abierta y moderna, dejando atrás la imagen de ciudad amiga del porro, la borrachera, la venta ambulante y el incivismo impune.
ALBERTO FERNÁNDEZ ES PRESIDENTE DEL GRUPO DEL PP EN BARCELONA