Barcelona cierra la morgue abierta en un aparcamiento de Collserola durante la pandemia
El último finado, sin recursos ni familia conocida, ha sido despedido calurosamente y con flores por los empleados del espacio
El pasado 25 de marzo de 2020 la actividad del Tanatorio de Collserola de Barcelona se trasladó a su gigantesco aparcamiento. A lo largo de las últimas semanas, este espacio ha acogido más de 3.000 fallecidos de la ciudad condal. El objetivo de los responsables del lugar, el Grupo Mémora, fue anticiparse a la alta demanda que acabaron registrado los cementerios y crematorios de la capital catalana, cuya capacidad ha sido sobrepasada como consecuencia de la crisis sanitaria.
«Tras 53 días de frenética actividad 24 horas al día y sin descanso de los profesionales de Serveis Funeraris de Barcelona, hoy la compañía ha dado por finalizada la labor de este dispositivo habilitado de forma excepcional en el aparcamiento de la instalación y que ha permitido actuar de forma rápida y coordinada con otros actores del sector funerario de la ciudad», ha explicado la compañía funeraria en un comunicado.
El último difunto en abandonar la instalación ha sido un fallecido que no tenía recursos económicos ni familia conocida, afirma Mémora. No obstante, los empleados de la morgue-aparcamiento de Barcelona le han brindado su «calor y el acompañamiento» con un homenaje floral a modo de despedida, tanto del finado, como del espacio que lo ha acogido. En total, unos veinte trabajadores se trasladaron a este tanatorio improvisado en la sierra de Collserola, un espacio diáfano en el que se llegaron a acumular cientos de fallecidos.
Según Mémora, el «dispositivo temporal» del Tanatorio de Collserola ha acogido unas 3.200 víctimas de la pandemia y ha tenido un papel «muy relevante» en la descongestión del sistema sanitario , sociosanitario y residencial de la capital catalana en las peores fases de la crisis del coronavirus. «Ha ayudado a mitigar la propagación de nuevos focos de contagio en las residencias geriátricas y en domicilios particulares», asegura la compañía funeraria, que trabaja, poco a poco, para volver ahora a la normalidad.