Astrid Barrio - Crónicas pandémicas por...

Niños, trabajo, intendencia...

«La clave para conservar la salud mental está siendo tratar de mantener mucho orden en casa, algo que con tres niños no siempre resulta fácil»

Astrid Barrio

El confinamiento supone un reto para la vida familiar y para la vida profesional pero hasta ahora, en ambos casos, las cosas están marchando razonablemente bien. Eso sí, a fuerza de bastante disciplina.

Desde del punto de vista familiar ha sido necesario establecer unas rutinas para que todos podamos convivir y seguir con nuestras obligaciones. Los niños con sus tareas escolares de las que los padres hemos de hacer un extenso seguimiento. Y los adultos con las tareas profesionales habituales y las domésticas que a lo largo de estos días se han multiplicado. Un tiempo de trabajo, comidas juntos cada día, algo a lo que no estamos habituados y que ha obligado a una buena planificación e intendencia, ejercicio, tiempo de ocio en forma de juegos de mesa, videojuegos, series y películas y libros, chats con los amigos y familia y el ineludible aplauso a las 20.00 horas a todo el personal sanitario que lucha en primera línea por salvar vidas. Y tiempo de descanso, más de lo habitual. La clave para conservar la salud mental está siendo tratar de mantener mucho orden en casa, algo que con tres niños no siempre resulta fácil.

Laboralmente ha habido una adaptación exprés en todos los sentidos. La Universidad de Valencia, a la que felicito por su agilidad y rapidez, ha habilitado un mecanismo para impartir la docencia por videoconferencia que ha permitido el mantenimiento habitual de las clases, que hasta ahora cuentan con un notable seguimiento. Y se está empezando a pensar en la realización de los exámenes de manera virtual si sigue el confinamiento, una medida imprescindible para evitar que los universitarios pierdan el curso. Las tareas investigadoras, en mi caso, siguen su curso aunque probablemente con menos tranquilidad y concentración de la habitual. Se han multiplicado las reuniones virtuales. Además del ya clásico Skype, Hangouts y Zoom han pasado a formar parte de mi vida cotidiana y me han permitido seguir avanzando en muchos proyectos y seguir pasando ratos con colegas y amigos. Gracias a ello Política&Prosa sigue publicándose y la Lliga Democràtica sigue trabajando para convertirse en una alternativa política para recuperar, hoy más que nunca, la normalidad.

Pero falta el calor humano más allá del hogar, abrazar y besar a los amigos y al resto de la familia, el aire libre, montar en bicicleta y pasear, justo ahora que empieza el buen tiempo y alarga el día para empaparse de sol y vitamina D, tomar un café o compartir una comida en un restaurante en buena compañía. Por suerte, todo se hace con salud, trabajo y sin lamentar ninguna ausencia. Que no es poco.

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