Antonio Gallego Burgos - Tribuna abierta

La islamización de Cataluña

«No puede sorprendernos el exacerbado interés de Pere Aragonès en recibir «todos los afganos que hagan falta»»

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès EFE

Antonio Gallego Burgos

Cataluña es, con mucha diferencia, la región más islamizada de España. Esta realidad no se ha producido por generación espontánea, sino por una estrategia de ingeniería social impulsada por el separatismo, que siempre vio con mejores ojos la inmigración árabe que la hispana.

Para alcanzar su sueño de una Cataluña independiente, las huestes independentistas pensaron que era más conveniente que «los nuevos catalanes» no tuvieran lazos afectivos, culturales e idiomáticos con el resto de los españoles. Simplificando, desde su punto de vista, creyeron que era más difícil que un colombiano usara a diario el catalán a que lo hiciera un marroquí recién llegado. No por casualidad el separatismo lleva años cortejando a los musulmanes, llegando incluso a aprobar el denominado Plan Marruecos 2014-17, en el que la Generalitat de Cataluña llegó a entregar a Rabat, entre otras cosas, la tutela del islam en Cataluña y la introducción del árabe y la religión islámica en las escuelas.

No puede sorprendernos el exacerbado interés de Pere Aragonès en recibir «todos los afganos que hagan falta» en vez de defender su acogida por países limítrofes de la misma cultura, sus cacareadas visitas a mezquitas o el protagonismo que le da a diputados de origen marroquí que defienden la aplicación de las leyes islámicas en Cataluña. Hacen lo indecible para atraer al inmigrante musulmán al «Estat propi».

En Cataluña viven más de 220.000 marroquíes, a los que hay que añadir más de cien mil que a lo largo de los últimos años han ido adquiriendo la nacionalidad española. En muchos barrios de Tarragona, Salt, Manlleu, Mataró, Manresa, El Vendrell, Reus o Terrassa ya prevalece la sharía.

Eso es justamente lo que Vox no tolera ni tolerará. Hay que defender los derechos de las mujeres que viven bajo el islamismo y combatir sin cuartel el innegable crecimiento del incivismo y los innumerables problemas de convivencia en esos barrios. Tampoco entendemos que las administraciones den ayudas públicas a inmigrantes ilegales que acaban de llegar y se la nieguen a compatriotas que llevan años cotizando y pagando impuestos en España.

Antonio Gallego Burgos es portavoz adjunto de Vox en el Parlamento de Cataluña

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