Dos años y medio de cárcel para la vidente Pepita Vilallonga por estafa
La Audiencia de Barcelona considera que la responsable de un gabinete esotérico se aprovechó del mal momento sentimental de una clienta para obtener grandes cantidades de dinero
Prisión para la vidente Pepita Vilallonga por estafa . La Audiencia de Barcelona impone dos años y medio de cárcel para la responsable de un gabinete esotérico al considerar probado que, junto a su hijo y otro trabajador, engañó a una mujer de 57 años, a quien llegó a pronosticar su muerte, aprovechando que esta atravesaba un mal momento sentimental.
El tribunal, que ha impuesto la misma pena a los tres acusados, también les condena a una inhabilitación de dos años y medio para ejercer cualquier actividad relacionada con el esoterismo , aunque les absuelve del delito de pertenencia a organización criminal.
Los hechos se remontan a 2016, cuando la víctima, que había visto a la vidente por televisión, concertó sus servicios. Cuando acudió al gabinete de Vilallonga, esta le echó las cartas y le pronosticó «su muerte inminente y la de sus mascotas », creando así «un estado de pavor e inseguridad» en la afectada, debido a los problemas familiares y de salud que arrastraba desde hace años.
«Aprovechando esa vulnerabilidad», reza el fallo, y con el ánimo de obtener beneficio económico, Vilallonga le ofreció la posibilidad de someterse a un ritual para salvar su vida . Además, junto a los ahora condenados, le transmitió que ya habían atendido un caso similar en el gabinete que había acabado con la muerte de la hija de una familia.
Fue así como, ya durante la primera visita, la mujer abonó 4.400 euros en metálico, que retiró de un cajero cercano al gabinete esotérico que Vilallonga regentaba en Barcelona . Y es que los tres acusados le transmitieron que así el ritual sería más efectivo. Además, la emplazaron a una nueva cita bajo el pretexto de la gravedad de su caso, y que resultaba imprescindible para que «pudiera seguir viva».
Fue así como la víctima entregó otros 10.000 euros , también en metálico, tras hablar con un hombre que se hizo pasar por capellán. Su supuesta misión era viajar a Jerusalén para realizar diversas gestiones que permitiesen salvar la vida de la mujer. Pero el engaño no acabó ahí. Desde el gabinete de Vilallonga transmitieron a la mujer que el religioso había sufrido un accidente y que a ella le pasaría lo mismo.
Estafa emocional
Así le reclamaron 17.000 euros más, que la víctima entregó. Pocos días después, la afectada reclamó a los responsables del gabinete las facturas de los pagos que había realizado, pero no obtuvo respuesta. Fue así como más de un mes después, ya en enero del año siguiente, la citaron en dicho local, y la coaccionaron para que firmase un documento en el que admitía haber contratado un ritual del tipo «abre caminos», a lo que esta accedió.
La sentencia detalla que, cuando Vilallonga perpetró la estafa, la víctima se encontraba en un estado de gran fragilidad y vulnerabilidad emocional , con un síndrome ansioso depresivo. Y es que su invalidez absoluta derivó en su incapacitación permanente en 2015. Considera así el tribunal que los acusados se aprovecharon de esta situación para infligir temor en la mujer, haciéndole creer que iba a morir y que solo ellos podrían salvarle la vida.
A pesar de que la víctima decidió pagar las cantidades que le reclamaban, la Audiencia señala que no fue un «consentimiento válido» por el engaño que llevó a cabo el gabinete esotérico para manipular su voluntad.
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