Anna Grau - Tribuna abierta

Señora de naranja sobre fondo gris

Mucho antes de que se descubrieran las bondades de la sopa de ajo y de un constitucionalismo unido, Inés Arrimadas se desgañitó pidiendo esa unidad

Arrimadas y miembros de Cs junto a otros diputados del PP, en el Parlamento catalán en 2018co Inés Baucells

Anna Grau

Ojalá se consiga la ansiada unidad del constitucionalismo. En Cataluña, en Andalucía, en el País Vasco, en Madrid... Pero es en Cataluña donde más urge. ¿Por qué?

No estaríamos donde estamos si históricamente el Partido Socialista no hubiese renunciado a toda beligerancia constitucional en Cataluña, y si la beligerancia del PP no fuese como el río Guadiana, ahora lo ves, ahora no lo ves.

Esa fue la génesis de Ciutadans en 2006: demostrar que había alternativa a la sociovergencia de toda la vida, al 3 por ciento innombrable y 'all procés', con el PP de desganado convidado de piedra. Parafraseando a Delibes: el sueño naranja «con su sola presencia aligeraba la pesadumbre de vivir» en... Cataluña. Y de estar muy huérfanos de decencia política en el resto de España.

Inés Arrimadas logró una victoria histórica en 2017. A Albert Rivera en 2019 le faltó poco. A ambos se les podrán reprochar errores; pero a ninguno se le puede negar que, estén donde estén, se han dejado siempre la piel por Cataluña. Entendida no como moneda de cambio, ni como 'kleenex' político de usar y tirar.

Mucho antes de que se descubrieran las bondades de la sopa de ajo y de un constitucionalismo unido, Inés Arrimadas se desgañitó pidiendo esa unidad. Una y otra vez su fina estampa era la de una señora de naranja sobre fondo gris. El fondo inmensamente gris de las ambiciones personales más oscuras y mezquinas. ¿Tanto cuesta pensar en grande?

En 2006 parecía imposible hacer otra cosa que la que se estaba haciendo. Tampoco lo de ahora es inamovible. Sólo hay que dejar de confundir lo vivo con lo muerto. A los vendedores de crecepelo con verdaderos líderes. Con la que está cayendo, aquí no vamos a languidecer o a fallar. Lucharemos. Lucharemos en las playas, en las calles, en las urnas y en los corazones. En Cataluña y en toda España. Hasta el final. O hasta el principio.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación