¡Nos vemos en la Monumental!

En Cataluña hay vida más allá del “procés”, de los CDR, de las barricadas y los cortes de carreteras..., y hasta de Torra, la butifarra y sus mongetes. Lo demostró la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña, que el pasado domingo convocó a los aficionados en el Puerto Olímpico barcelonés para reivindicar una pasión, para seguir luchando por la libertad arrebatada por una gran mentira política.

Allí se vivió una jornada presidida por la ilusión. La resistencia se vistió de fiesta y premió a quienes consideran que mantienen viva la llama de la Fiesta en esta tierra convulsa. A la Escuela Taurina de Cataluña y su milagrosa labor, dos décadas ya, de seguir formando toreros; a Canal Toros de Movistar, cuyas retransmisiones son para la afición catalana una auténtica isla de libertad. También al maestro Manuel Jesús “El Cid” por su trayectoria de figura del toreo y el recuerdo de grandes tardes en la arena barcelonesa; al compañero Joaquín Luna, que sabe poner la guinda taurina en sus columnas de La Vanguardia, y a quien esto firma por la columna que están leyendo y por todos “Los martes, toros” que la han precedido.

Agradecimiento de todos ante una más que nutrida representación de la afición, que, tanto en la plaza como fuera, ha tenido siempre la sensibilidad para disfrutar del buen toreo y para batallar por que esa pasión heredada de sus mayores no acabe arrinconada y olvidada. Y todo por quienes no entendieron nunca aquello del respeto a las libertades individuales y colectivas, por quienes en aras de la intolerancia solo saben caer en las posiciones más antidemocráticas, que, lejos de hacerse lejanas, están cada vez más presentes en una sociedad partida en dos.

En la figura de Paco March, como máximo responsable de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña, la satisfacción de todos los que trabajaron por conseguir que en uno de los lugares más emblemáticos de Barcelona se respirara aire libre, lejos de todo lo que en los últimos tiempos está estrangulando a Cataluña. El objetivo y el clamor sigue siendo el mismo: ¡Nos vemos en la Monumental!