Ángel González Abad - Los martes, toros
Soplos de libertad
«Y en medio de esta cruel situación hasta aparecen burbujas de cordura y de normalidad»
El caso Canet se reduce a la lucha por la libertad. Cumplir la ley se ha convertido en la batalla de la sinrazón, en algo por lo que hay que batirse el cobre frente a una demoledora intolerancia. En algún momento deberá imperar el sentido común ante ese acoso con claros tintes nazis y lejos de un Estado de Derecho, que además está siendo tristemente consentido desde posiciones que presumen de democráticas.
Y en medio de esta cruel situación hasta aparecen burbujas de cordura y de normalidad. En la lucha por la libertad siguen muchos catalanes que no entienden tanta inquina, tanto prohibir, tanto incumplir las leyes, y que se mantienen en la defensa de todo lo que aprendieron en esta tierra, de todo lo que heredaron de sus mayores. Porque no se resignan, desde la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña han convocado un premio de investigación sobre tauromaquia para estudiantes catalanes de bachillerato y universitarios.
No están locos, buscan la ansiada y hurtada normalidad. «Si eres catalán, o estás estudiando en Cataluña, tienes ocasión de adentrarte en un mundo de historia secular». Es el llamamiento para trabajos de bachiller y de fin de grado, ante los que se abre el gran abanico que supone el patrimonio cultural de la fiesta de toros. Desde la ecología a la labor empresarial, del arte a la sociología, de la especialidad médica a la veterinaria… Todo tan lejos de la cruzada identitaria.
Al final, todo se reduce en luchar por tantas libertades cercenadas. La mentira política, burlarse de la ley y sembrar el miedo, son armas tan dañinas como difíciles de combatir. La dignidad es el primer escudo para que lleguen soplos de libertad, como la convocatoria de este premio, un granito de arena entre tanto atropello, ilegalidad y locura.