Ángel González Abad - Los martes toros
La batalla del ebro
«No por ser un territorio minoritario dentro de Cataluña ha de ser un territorio olvidado, castigado y menospreciado por el resto de Cataluña»
Lo de hoy no va de memoria histórica ni de la película de Amenábar. Ni hace falta irse ochenta años atrás. En el Ebro se han puesto en pie de guerra. Los pueblos de las Tierras del Ebro no están dispuestos a que una decisión política les robe su libertad para seguir expresando su fiesta, su cultura, su tradición, su pasión.
El pasado 26 de septiembre, el Parlament aprobó una resolución que instaba al Govern a prohibir las fiestas taurinas de los correbous. Cada año se dan más de cuatrocientos festejos de este tipo, que se concentran en los pueblos del Delta del Ebro, pero también en localidades de Barcelona, como Cardona, y de Gerona. Ante lo que consideran una agresión y un menosprecio, las reacciones no se han hecho esperar. Y allí están todos, abanderados por los alcaldes, casi todos de ERC, PSC o JpCat. Pueblos enteros, asociaciones festivas y culturales, ayuntamientos..., con una sola voz contra lo que ven como injerencia intolerable en su modo de vida.
La Agrupación de Peñas y Comisiones Taurinas de las Tierras del Ebro ha emitido un durísimo comunicado en el que advierte que en la lucha por defender su cultura se van a dejar la piel si hace falta. Tras ellos, miles de ciudadanos, sus regidores, y la mayoría de los colectivos sociales y vecinales. Si cuando el Parlament prohibió las corridas de toros en julio de 2010, el sector taurino se hubiera puesto detrás con un apoyo incondicional y real, dispuesto a mantener una lucha en la defensa de la Fiesta junto a los miles de aficionados catalanes en la resistencia, seguramente la Monumental no seguiría ahora cerrada, pese a la sentencia del Constitucional que revocó la abolición.
Pero estamos en el Ebro, ya se han convocado reuniones de alcaldes, los habitantes de esos pueblos están que trinan. Que nadie les toque el sentimiento ancestral del toro, su derecho identitario a expresarse. Así es y así lo van defender. La advertencia es clara y contundente. No por ser un territorio minoritario dentro de Cataluña ha de ser un territorio olvidado, castigado y menospreciado por el resto de Cataluña.