Esther Niubó - TRIBUNA ABIERTA
Agenda socialista para la próxima década
No debe tampoco asustar plantear escenarios políticamente distintos que se abrirían en caso de fracaso del proyecto de reforma constitucional
El pasado sábado se convocaba el 13º Congreso del PSC, un congreso que sin duda tendrá que afrontar debates muy relevantes y compartidos por el conjunto de la socialdemocracia europea, y a la vez orientar políticamente el futuro próximo en Cataluña.
Si bien la socialdemocracia consiguió articular después de la Segunda Guerra Mundial un pacto social que tomó la forma del Estado del Bienestar y que la mayoría de fuerzas políticas y el conjunto de la sociedad reconocen como un modelo de éxito, en la medida en que ha permitido avanzar colectivamente en progreso y cohesión, en este momento impera la necesidad de actualizar este modelo y ver de qué manera es posible asegurar un nuevo pacto social para las próximas décadas. Así, si bien es cierto que la socialdemocracia es aún vista como una fórmula de éxito que constantemente intentan apropiarse formaciones políticas diversas, también lo es que debe actualizar sus políticas y concretar los ejes de su lucha por la igualdad en el siglo XXI, el combate por la creación de empleo digno, contra la exclusión, la precariedad y la pobreza en un marco de globalización acelerada. Debe también garantizar la consolidación de los servicios públicos y sociales que hemos conocido y en algunos casos vemos retroceder con las políticas de austeridad imperantes en los últimos años en el continente, y liderar el debate por una Europa que necesitamos a la altura de los objetivos fundacionales de la UE, claramente más federal, social y sometida a un mayor control democrático. De todas estas cuestiones queremos hablar en el próximo congreso del PSC, con la mirada puesta en nuestra realidad más inmediata que es Cataluña.
Pero por otro lado, y a la vista de los vaivenes del “proceso”, el PSC tiene también la obligación de trabar aún más su propuesta de reforma constitucional para lograr un nuevo acuerdo entre Cataluña y España que redefina España como Estado Federal, plurinacional, pluricultural y plurilingüe, y que pueda ser votado por el conjunto de la ciudadanía. No es necesario aclarar que este es un proyecto imprescindible para el conjunto de los y las socialistas y por el cual seguiremos trabajando incansablemente en los próximos tiempos a pesar de la mayoría resultante de las últimas elecciones generales. Pero no debe tampoco asustar plantear escenarios políticamente distintos que se abrirían en caso de fracaso del proyecto de reforma constitucional. Precisamente para ser conscientes de la importancia de abordar políticamente el bloqueo existente y abrir un espacio de diálogo y negociación que termine con un acuerdo mayoritario sobre los cambios necesarios y urgentes a impulsar a nivel estatal, y evitar de paso males mayores que surgirían, sin duda, y que sería necesario afrontar.