La acusada del crimen de la Guardia Urbana: «Que pague el culpable»
La abogada de Peral ve «una caza de brujas» contra ella por tener «relaciones paralelas»
«Espero que el asesino, el que lo hizo, pague y no se haga una injusticia porque no hay ningún motivo para hacer nada a Pedro por mi parte. Era la única persona que tenía a mi lado y a la que yo quería». Así se defendió Rosa Peral en un atropellado alegato antes de quedar visto para sentencia el juicio del crimen de la Guardia Urbana .
Su abogada, antes, había defendido que su clienta no tiene nada que ver con el crimen. Y es que, según Olga Ardediu , Rosa es víctima de una «caza de brujas» por una «sociedad machista» que juzga «el pecado y no el delito». Esto es, que la linchan por «solapar tres relaciones» con tres policías: la víctima, Pedro, con quien convivía; su amante Albert López, el otro acusado, con quien supuestamente planeó el asesinato, y Rubén, su exmarido, a quien ambos presuntamente intentaron incriminar. La abogada acusa al fiscal dar un «salto cualitativo» y deducir que si Rosa era capaz de mantener «relaciones paralelas y mentir» podía tener un plan para «matar».
Para Ardediu, Rosa no tiene nada que ver con el asesinato de su novio, con el que convivía en un chalé de Cubelles (Barcelona), y cuyo cadáver apareció calcinado en mayo de 2017 en el maletero de su propio coche cerca de un pantano. Su abogada defendió su inocencia después del duro alegato pronunciado el día anterior por el fiscal Félix Martín. Este mantuvo que Rosa y Albert habían planeado juntos asesinar a Pedro porque les estorbaba en la relación de amantes que habían retomado. Martín definió a la acusada como un «charlatán de feria» de una «frialdad absoluta», que se guía por «la mentira, la traición, la seducción, la erotización y la manipulación». De Albert dijo que se creía «el macho que gana la pelea y se queda con la hembra de la manada».
Ardediu se acogió a esas descripciones de su clienta para criticar que la tache de «viuda negra» y de que se hayan aireado sus infidelidades. «La de horas que hemos dedicado a construir un personaje, una viuda negra para que planificase la muerte de su pareja. Lo basan en el pecado y no en el delito, porque del delito no hay pruebas », expuso ante el jurado para salvarla de 25 años de cárcel. Según ella, ante la falta de pruebas las acusaciones se centraron en enfatizar que Rosa «había solapado relaciones».
Albert también se defiende
La abogada cree que, aunque los dos policías están acusados del mismo delito, los dardos a Rosa han sido mayores. «Seguimos en una sociedad machista y esto pesa [...] Si el hecho hubiera sido a la inversa y Albert hubiera solapado tres relaciones, no se le hubiese linchado igual». Dice que Rosa es inocente pues «Pedro era el único al que apreciaba y al último al que planearía matar». Rosa usó palabra se para corroborarlo: «No voy a hacer una barbaridad con la persona que quiero». Y luego, también Albert se desentendió de un crimen del que dice que no tiene «nada que ver»: « Mi culpa fue ser un tonto del bote ». Así lo llamaban las hijas de Rosa.