Los 86 días de Puigdemont fugado: visitas a la ópera, partidos de fútbol y muchas redes sociales
Así han sido los tres meses huyendo de la Justicia del «expresident» cesado
![Puigdemont huyó a Bruselas a finales del mes de octubre de 2017](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2018/01/22/cronologia-puigdemont-bruselas-k7B--1240x698@abc.jpg)
Uno de sus abogados se lo advirtió el domingo: «El estado español tiene la euroorden preparadísima (...) el riesgo de detención es bastante alto» . Jaume Alonso-Cuevillas sabía que si Carles Puigdemont viajaba a Dinamarca para participar en un debate sobre Cataluña era exponerse demasiado. Pero el «expresident» no ha querido escuchar y se ha presentado en Copenhague a primera hora de la mañana.
El que fuera presidente de la Generalitat inició su desafío a la Justicia escapando en el maletero del coche que conducía su mujer a finales del mes de octubre. Puigdemont, que había declarado «a medias» la independencia de Cataluña, se marchó cuando los sucesos del 21 de septiembre comenzaron a cobrarse sus primeras víctimas judiciales.
Se dejó ver en Bruselas el 31 de octubre , dando una rueda de prensa en la que aceptó las elecciones del 21-D pero pidió «garantías» para someterse a la Justicia en España. A partir de entonces, se limitó a conceder entrevistas a medios afines o extranjeros para hacer campaña en favor de su candidatura.
El 30 de noviembre fue a la ópera a ver «El Duque de Alba», una obra con un argumento muy del gusto de Puigdemont
Casi un mes después, el 30 de noviembre , Puigdemont se dejó ver en la ópera junto a su abogado, Paul Bekaert , experto en extradiciones. El «expresident» de la Generalitat llegó caminando al teatro media hora antes del comienzo y mantuvo una breve charla en el vestíbulo con su abogado y los responsables de la Ópera de Flandes , donde vieron la obra «El Duque de Alba» , de Gaetano Donizetti. La función versa sobre la ocupación española de Flandes en el siglo XVI y es la historia, según su director, «de la lucha por la autonomía de los flamencos frente al Duque de Alba». Un argumento muy del gusto de Puigdemont.
La aplicación del artículo 155 hizo que el independentismo pasase por el aro de unas nuevas elecciones y el «expresident» participó en la campaña desde la distancia. El 17 de diciembre hizo del partido Gerona-Getafe (1-0 para los catalanes) un mitin a favor de su causa. Puigdemont citó a los medios a las 12.00 horas en un bar de Bruselas y, café en mano, siguió el partido con una bufanda de su equipo.
Tras las elecciones del 21-D, en las que quedó segundo por detrás de Ciudadanos , la figura de Puigdemont se ha ido devaluando. Dentro del propio independentismo, se habla abiertamente de la necesidad de otro candidato que pueda ser investido «president». Ajeno a los rumores, y negándose a ser relegado, Puigdemont se ha hecho el interesante a través de internet. Primero amagó en Instagram con volver a España y cuatro días después publicó una página web de la «República catalana» .
Mientras en Barcelona se reparten su herencia (y el segundo puesto de las elecciones del 21-D), Puigdemont sigue haciendo campaña allí donde le quieran escuchar. Pero cada vez es en menos sitios.
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