Cataluña, a la cabeza de los rankings europeos sobre abandono escolar
La Fundación Bofill propone a la Generalitat un plan de choque que contempla más becas salario para alumnos desfavorecidos y más plazas de FP

En 2021, unos 74.000 catalanes abandonaron los estudios prematuramente sin graduarse. Pese a que los datos sobre abandono escolar en Cataluña han mejorado sensiblemente en los últimos años (se ha pasado de representar el 32,9 por ciento del alumnado en 2008 a suponer un 14,8 por ciento en 2021), la comunidad sigue encabezando los rankings europeos sobre jóvenes que dejan los estudios antes de finalizar los estudios obligatorios. Por este motivo, la Fundación Bofill ha reclamado a la Consejería de Educación de la Generalitat que despliegue en el plazo de cuatro años un plan de choque para combatir el problema.
El presidente de la Fundación Bofill, Ismael Palacín, ha subrayado en declaraciones a los medios la necesidad de instaurar este plan, ya que hay «grandes agujeros en el sistema que se pueden tapar con medidas, y pequeños agujeros que necesitan una intervención más fina».
A su juicio, Cataluña «necesita ser un lugar donde todos sientan que tienen oportunidades, con una educación postobligatoria finalizada», y pide al Govern que ponga los recursos necesarios para reducir los 74.000 jóvenes que en 2021 abandonaron los estudios prematuramente sin graduarse, informa Ep.
Especialmente grave en jóvenes de origen migrante
Expertos de la Fundación aseguran que el problema es «especialmente grave» entre jóvenes de origen migrante y de familias con bajo nivel de estudios o de renta, donde las tasas de abandono superan el 20 por ciento y en algunos grupos llegan incluso al 40 por ciento.
Por otro lado, indican que el abandono escolar prematuro produce «el doble de paro, más dificultad para pagar la vivienda y peor salud« y que este coste social puede llegar a sumar el 1 por ciento del PIB debido al menor desarrollo económico y al aumento de la pobreza y la exclusión social.
En conjunto, los expertos alertan de que en el sistema educativo catalán hay «déficits que expulsan a algunos alumnos que no deberían estar fuera del sistema educativo», y aunque afirman que la cifra de abandono se ha reducido en los últimos años, instan a la administración educativa, en colaboración con los municipios y los centros educativos, a desplegar este plan de choque.
Para conseguirlo, la Fundació Bofill ha presentado una agenda de medidas dirigida a la conselleria, bajo el nombre de 'Zero Abandonament: Una agenda de xoc contra l'abandonament escolar prematur a Catalunya', -'Cero abandono: Una agenda de choque contra el abandono escolar prematuro en Cataluña'- con la que quieren definir las líneas generales de actuación para revertir estas cifras de abandono escolar prematuro.
La entidad ha identificado cuatro ámbitos en los que, a su juicio, hay carencias y donde se debe actuar: detectar al alumnado que está en riesgo de abandonar los estudios; ayudas económicas para los estudios; desplegar un sistema de orientación y apoyo educativo; y dar una oferta educativa amplia y planificada.
Para lograrlo, han propuesto una serie de actuaciones, que pasan por usar el RALC (Registre d'Alumnes) para identificar y hacer seguimiento contra el abandono; y desplegar una herramienta de recogida de datos y de identificación de alumnado en riesgo de abandono para todos los centros.
Más becas salario
También prevén que se den 11.000 becas salario anuales para jóvenes de entre 16 y 18 años de hogares desfavorecidos para que se mantengan en el sistema educativo, y esta medida tendría un coste anual aproximado de unos 62,6 millones de euros para la Consejería de Educación.
Solicitan, entre otras medidas, planes individualizados de orientación educativa, apoyo socioemocional y acompañamiento en la transición educativa de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) hasta finalizar los estudios postobligatorios; y programas locales de mentoría en todos los municipios de más de 10.000 habitantes para niños y jóvenes de entre 10 y 18 años identificados como absentistas o en riesgo de serlo.
Además, piden la creación de 15.000 nuevas plazas públicas de Formación Profesional de grado medio en toda Cataluña -supondría un coste anual de 81,5 millones para la Generalitat-; 5.000 plazas nuevas en los programas de formación e inserción -coste anual de 18 millones de euros-; y otras 5.000 en centros, escuelas y programas de nueva oportunidad -coste anual de 35 millones-. En total, los autores del documento cifran entre unos 300 y 350 millones de euros el coste de las medidas cuantificadas en esta agenda, aunque detallan que no son todas.