por mi vereda
Trabajos cómodos de 8 a 3
Nos estamos quedando sin profesionales en unos cuantos oficios vitales para el funcionamiento de la sociedad
Bicis con calzador
Es hora de madurar

Hace ya un par de meses que las empresas de asistencia en carretera lanzaban las alarmas. La falta de profesionales dedicados a atender las incidencias de vehículos averiados -se necesita cubrir un déficit de unas 8.000 plazas- compromete seriamente los tiempos de respuesta. Si ... durante el año la espera puede ser de treinta minutos a una hora, con el aumento de viajes en vehículo particular propio de las vacaciones puede ser de dos, tres o cuatro horas, porque no se da abasto. De manera que, al comenzar el trayecto, además de revisar todos los elementos básicos de su automóvil, uno ya puede poner bien visible la estampita de San Cristóbal en el parasoles e ir rezando el rosario a la Virgen del Perpetuo Socorro. Como el coche se estropee en Andújar, Écija o Trujillo, aunque fuera del arcén pueda haber sombra, a ver quién aguanta esa demora con niños y el perro con peto, porque ahora ya se veranea menos con la suegra.
Lo mismo sucede en otras actividades. Así, la Fundación Laboral de la Construcción ha explicado que el número de jóvenes quiere formarse en sus diferentes oficios - albañil, peón, gruista, jefe de obra o conductor de maquinaria- desciende año tras año, en Castilla y León más que en otras regiones. Mientras, la demanda de mano de obra especializada es de al menos 24.000 personas. El sector no resulta atractivo para las nuevas generaciones, y preocupa la falta de relevo: el veinte por ciento de los trabajadores tiene más de 55 años, dato que crece cada año. Hace dos décadas, cualquier veinteañero que no quería estudiar encontraba trabajo y un señor sueldo en esta actividad. Dado que la falta de camareros es de dominio público, merece la pena hablar del descenso del número de veterinarios de campo, una realidad tanto en Europa como en muchas provincias de España.
El ascendente perfil urbano de la sociedad y el aumento de animales de compañía empuja a una inmensa mayoría de egresados de las trece facultades de Veterinaria a orientar su dedicación a las clínicas de mascotas. Asistir vacas, ovejas, cerdos o caballos en sus establos, apriscos y cercados es otro cantar. Hay que pisar boñigas, montar un quirófano de guerra sobre la cama de paja y espantar las moscas. Además, las vacas tienen la mala costumbre de empezar los partos distócicos a horas intempestivas, al igual que los caballos los cólicos, y buena gana de atender una urgencia de madrugada. Nos estamos quedando sin profesionales en unos cuantos oficios vitales para el funcionamiento de la sociedad. No solo influyen los salarios: muchos jóvenes en la entrevista laboral preguntan a bocajarro por las vacaciones y los descansos. Quieren trabajos cómodos de 8 a 3, semipresenciales, y fines de semana libres en la edad clave para adquirir experiencia. Nada de esfuerzo, sacrificio, responsabilidad y vocación. Se lo tienen que hacer mirar. Sus papás y mamás, también.
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