Por mi vereda
Atapuerca en versión Grimaldi
En su opinión, es fundamental «saber quiénes somos y hacia dónde vamos como sociedad». Y el yacimiento de Ibeas de Juarros puede darnos algunas claves para no caer en el abismo e irnos definitivamente al guano. Ojalá tenga razón

Entre el paisaje de fuegos activos, cenizas y comparecencias parlamentarias, ha pasado casi inadvertida la visita a Burgos de Alberto II de Mónaco, que se ha dado un garbeo por el yacimiento paleontológico de Atapuerca y el Museo de la Evolución Humana de la capital. ... Soberano de un principado que vive del casino, del turismo y de negocios millonarios de la jet, con pisazos de lujo porque en sus doscientas hectáreas de superficie no hay espacio para chalés, resulta extraño conocer ese interés por la prehistoria y su compromiso de defensa de la naturaleza en una familia más bien dada a los escándalos y las frivolidades del papel couché, desde mucho antes de que existieran las revistas del corazón. Pero ya hubo precedentes: su tatarabuelo, Alberto I, creo un laboratorio de biología marina porque le fascinaban estos temas.
A los Grimaldi siempre les ha gustado España y han venido por motivos variopintos. Rainiero y Grace Kelly anduvieron por Mallorca en su viaje de novios. Luego se dejaron ver en otras ocasiones, ya fuera en Toledo para participar en monterías o en Sevilla, donde paseaban por el Real de la Feria y asistían a las corridas de toros en La Maestranza con absoluta naturalidad. No como Himmler, que se mareó en la plaza de Las Ventas en 1940 al ver la sangre de los astados pero permanecía insensible ante el genocidio de las cámaras de gas... Esa vocación cinegética también la comparte Carolina, con presencia otoñal en algunas dehesas extremeñas para abatir perdices, actividad en la que mostraba particular destreza y que ha transmitido a sus hijos. Luego recaló, allá por 1986, su hermana Estefanía, que vino a promocionar su exitoso disco a la Televisión Española de José María Calviño, en el programa estrella de Pedro Ruiz, donde cobró doce millones de pesetas y el rumboso presentador le regaló un caballo castaño de pura raza española que no sabemos si llegó a Montecarlo porque debió terminar en un circo.
Así que Alberto, fondón y con aire circunspecto, da el toque serio a la familia y al principado con su tournée por Burgos. Recorrió durante un buen rato El Portalón de Cueva Mayor, la Sima de los Huesos, la Galería de las Estatuas y la Galería del Sílex, además del yacimiento de la Sima del Elefante y la Cueva del Fantasma, acompañado por los codirectores del proyecto Atapuerca, Eudald Carbonell y Juan Luis Arsuaga, y por su amigo el profesor Henry de Lumley, presidente del Instituto de Paleontología Humana de París. La visita le permitió obtener una idea cabal para «reconstruir toda la historia del pueblo de Europa y conocer cómo era en tiempos prehistóricos». En su opinión, es fundamental «saber quiénes somos y hacia dónde vamos como sociedad». Y el yacimiento de Ibeas de Juarros puede darnos algunas claves para no caer en el abismo e irnos definitivamente al guano. Ojalá tenga razón Grimaldi.
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