Suscribete a
ABC Premium

VÍA PULCHRITUDINIS

Epíclesis

Arrodillarse por algo tan simple como conseguir la paz o convivir mirándonos como iguales está descartado de nuestro imaginario

Todo seguirá igual

Ultramarinos

ical
David Frontela

Esta funcionalidad es sólo para registrados

A estas alturas del mundo, imagínense que Putin y Zelenski o Sánchez y Feijóo se arrodillaran uno frente a otro. La imagen daría la vuelta al mundo. Nos restregaríamos los ojos, parpadearíamos y después diríamos «el mundo se ha vuelto loco».

Ya nadie espera que ... alguien se postre frente a otro, ya nadie confía en que alguien cambie de opinión y, sobre todo, nadie creerá que alguien está dispuesto a hacer algo por su 'adversario'. Arrodillarse por algo tan simple como conseguir la paz o convivir mirándonos como iguales está descartado de nuestro imaginario. Es más fácil luchar, pugnar, o insultar que reconocernos el tremendo valor de vivir en un mundo que sería capaz de conservar su esencia porque se ha dado cuenta de que puede interiorizar los cambios, el progreso y, a la vez, entender que hay cosas que pueden volver a su punto de partida porque el experimento salió rana. Arrodillarse no es símbolo de sumisión, es símbolo de amor. Nadie sabe el daño que hizo el Che con aquella frase que replican las camisetas de «prefiero morir de pie antes que vivir de rodillas».

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación