DESDE LA RAYA
País de trileros
Me pregunto qué caminos conducen a ese naZionalismo que nos otorgue presencia en las mesas donde se negocia el futuro

En estas tierras rayanas, Portugal se percibe desde siempre como hermana, amable, amiga.
Unidas por un pasado común y separadas por un río, las tierras portuguesas fueron refugio de los judíos expulsados de España que cruzaban los montes de Sanabria y León o la comarca ... sayaguesa. No serían ahora una opción muy disparatada para quienes queremos apearnos de esta diligencia rodeada de cuatreros que es España. Visto lo barato que sale instigar una revuelta, dar alas al naZionalismo, dividir a la sociedad, minar la convivencia; cachondearse de la Constitución, reformar el Código Penal a gusto del consumidor; visto que los que nos deslomamos para sacar adelante al país seamos los paganos de un referéndum ilegal, los delirios secesionistas de un grupo de prófugos y delincuentes que ya no lo son, no estaría mal anexionarnos a las tierras que se vislumbran más allá del Duero, dibujar un nuevo mapa.
Con España en manos de quienes la dinamitan desde dentro; con políticos que sucumben al chantaje; con la supresión de delitos como la traición a lo que somos o el robo del dinero de todos; con este sistema electoral donde nuestros votos no tienen la llave de las instituciones gobierne quien gobierne. Con unos pueblos desmantelados, condenados a desaparecer, dan ganas de ir a taconear -por decirlo amistosamente- sobre los vehículos de la Policía o de la Guardia Civil, tomar por asalto las Cortes de Castilla y León. Sería interesante vernos, ciudadanos de segunda, de ninguna parte, tomando calles e instituciones, reclamando que esta tierra dejada de la mano del hombre sea patria propia sin doblegarse a las políticas que continuamente nos azotan. No saldríamos ni en la tele.
Echo de menos una liga independiente que nos otorgue fuerza en un país que olvida los principios de igualdad que sustentan su democracia. Igualdad que no cumplen ni los presupuestos del Estado ni los de la Comunidad; igualdad que nunca nivelará la industrializada tierra del Este con esta España Vacía del Oeste, este desierto sin cactus pero lleno de espinas.
Me pregunto qué caminos conducen a ese naZionalismo que nos otorgue presencia en las mesas donde se negocia el futuro mientras esperamos el retorno de quienes se fueron como prófugos de rositas, cobardes y traidores con España y con los suyos. Nunca seremos iguales, lo sé. En este país de trileros siempre nos ganarán por goleada.
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