De Zamora a la ONU

Mientras todas las provincias de Castilla y León están en vilo por la amenaza de la supresión de las diputaciones, el Ayuntamiento de Zamora se ha puesto a mirar a la Luna, o sea, a la ONU . Los muchachos del PSOE y de Ciudadanos han firmado la defunción de las Diputaciones para llegar al poder nacional, como Aznar y Pujol hicieron con los gobiernos civiles, allá por 1996, cuando el último gran pacto de investidura. La por entonces gran conquista catalana se quedó, a la vuelta de la esquina, en un paripé al que tan dado son los políticos cuando se reúnen en la timba con las cartas marcadas. Desaparecieron, sí, los gobiernos civiles, pero en su lugar se crearon las delegaciones del Gobierno, con tanto o más presupuesto, y con tanto o más personal «enchufado».

Ahora le ha tocado el turno a las Diputaciones que, cierto es, son propicias al despilfarro económico y a las colocaciones familiares o amistosas, lo que no obsta para reconocer su labor en las pequeñas localidades provinciales; labores imprescindibles y necesarias para unos ciudadanos «menores» que no encuentran en las grandes instituciones el abrigo a sus fríos ni el horizonte a sus sueños.

Dicen los muchachos del PSOE y de Ciudadanos que las Diputaciones suponen un gasto económico insoportable, y tal vez tengan razón; pero en lugar de curar la herida, amputan la pierna. Y mañana, si llegan al poder, tendrán que inventarse unas nuevas diputaciones , con otro nombre más «democrático» (por ejemplo, « junta provincial de alcaldes ») que realicen la misión de la institución defenestrada, como ocurrió con los gobiernos civiles y las delegaciones del Gobierno. Y habrá despilfarro y « enchufados », por mucho que se intente maquillar el nombre de las Diputaciones, pues el problema viene de la tentación que habita en las ambiciones de tantos aprovechados que, desde que el mundo es mundo, han utilizado la política para su propio beneficio. Y que el votante se aguante… Y a todo esto, el equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Zamora, de IU-PSOE, ha presentado una moción para su debate en la que se propone declarar al municipio zamorano « espacio libre de apartheid israelí » y reconocer el Estado de Palestina. La propuesta, cuentan las crónicas, «apoya la autodeterminación del pueblo palestino e insta a las Naciones Unidas a garantizar la protección y obligar a Israel a cumplir la legalidad internacional en Gaza, Cisjordania y Jerusalén».

A saber qué se le ha perdido a Zamora en Israel, por muy justa que parezca la soflama de sus munícipes. No está el horno para bollos en esta España que se debate en el mar de la incertidumbre sobre su futuro. Pero en Zamora, la ONU y Palestina es lo que importa…