Antonio Piedra - No somos nadie

¿Y por qué?

«Piden algunos puristas del PP -¿algún arribista que desea que corra la lista hasta Guadalix?-, que Ayala Pichoto dimita como concejal del Ayuntamiento de Medina del Campo. ¿Y por qué? Porque no es estético, y poco más».

A. PIEDRA

Adiós a la Navidad, al año bisiesto, y al roscón de Reyes que nos trae el 2017. Según los profetas del Cuarto Milenio -¡cuántos lobos, Caperucita Nostradamus!-, vamos derechitos al fin del mundo. Ante la profecía, desde la Castilla eterna volvemos a los tiempos del cólera: comamos y bebamos, hermanos,/ que si no es hoy, seguro mañana,/ seremos panza de los gusanos. Para que no queden ni muestra de gusanos en la tierra, nos llega de Medina del Campo un notición humanístico de «coincidencia planetaria» que decía Leire Pajín: hoy, día 8 de enero, Sergio Ayala Pichoto -concejal del PP en la ciudad de la gala, regada por el Zapardiel- ingresa en la cofradía de Gran Hermano VIP.

Me lo había avisado con antelación mi amigo Julio del Valle de Íscar, el célebre diputado por Valladolid que formula sus mociones y propuestas en la Diputación con romancillos a la remanguillé: «Oye, algo único pasa en los pinares alrededor de Medina del Campo porque cada dos por tres nacen musas y musos por generación espontánea». Y tiene más razón que un santo el vate socialista: desde El caballero de Olmedo de Lope a nuestro días, los lances de amor no cesan por esos andurriales. Ítem más, los protagonizados por políticos llegan a ser cruelísimos. Hace apenas un año -en noviembre de 2015- por razones personales, claro está, tuvo que dimitir un diputado por una insignificancia: por un quítame de ahí esas pajas.

¿Pero adónde hemos llegado, señor@s? Digo yo que si el río Zapardiel lleva secó todo el año y lo que va de siglo, ¿qué tiene de extraño que los medinenses en verano busquen las umbrías de los pinares y en invierno los abrigos? Lo más normal del mundo. Bueno, pues ahora mismo, y sin que haya rastrojeras que limpiar ni parvas de paja que amontonar en las eras, piden algunos puristas del PP -¿algún arribista que desea que corra la lista hasta Guadalix?-, que Ayala Pichoto dimita como concejal del Ayuntamiento de Medina. ¿Y por qué? Porque no es estético, y poco más.

Pues mira, Sergio, te transmito textualmente lo que dice mi vecina Desi al respecto: que no hagas «ni puto caso a esos carcas de tu pueblo». Según ella, «te pusieron en la lista por buenorro en el mejor sentido del término». Y según ella, que es de Medina por cierto, «le votamos porque daba gusto hacerlo». Yo no entro en esto, pero razón no le falta a Desi. A ver, hijo, ¿dimitió Rivera por salir en pelotas? Ganó por eso. ¿Dimitió Felisuco por decir en la última campaña esta ocurrencia lasciva: «Me gustaría que en el debate los candidatos sacaran la chorra y se la midiesen»…? Tampoco, y hoy es diputado en Cortes. A más de una y de uno, le gustaría saber, por curiosidad, qué se discute en los plenos de Medina desde Gran Hermano. Y bueno, según la misma Desi, «saber lo que vote Pichoto eso sería como la orgía perpetua de Flaubert y Madame Bovary, escrita por Vargas Llosa».

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