José Gabriel Antuñano - El callejón del gato
Welcome Jourdain
«Lo peor no es la suerte de Sánchez sino la de un partido centenario que, de seguir liderado así, dejará a jirones todas las credenciales y caerá en un cesarismo»
Molière retrató en su teatro los vicios de la burguesía emergente y de la nobleza parisina: hombres sin escrúpulos, codiciosos, mentirosos, trepadores, falsos, venales, trapisondistas, en una palabra, inmorales. Estos le ofrecen variados argumentos que, con ironía y comicidad, censuran los malos hábitos, celebrados por unos pocos, que apesadumbraban al pueblo silente. En «El burgués gentilhombre» traza una divertida pintura del patán y acaudalado Jourdain, que desea comprar sabiduría, posición y reconocimiento social, comportamientos y galantería, sin otro esfuerzo que el desembolso de su dinero. El nuevo rico Jourdain no conseguirá pulir su zafiedad, pero sí el ridículo, la insignificancia y la soledad.
Jourdain realiza una mala elección, pero a costa de su peculio. El presidente del Gobierno parece imitar al personaje de Molière, mas con una diferencia: en sus deseos de ascensión se sirve de los impuestos de los que le otorgan 84 escaños y de los de los restantes españoles. Ni unos ni otros pagan al fisco para que él, su corte y el gobierno portugués, rehén de su capricho, regresen a la capital desde Valladolid en avión y no utilicen los medios públicos, los coches oficiales o un AVE especial, que les podía devolver a Madrid después de la cena en Pucela.
Es una salida de tono más en su afán protagónico, que avergüenza a los que leían tras la S del acróstico del partido la palabra socialista, ahora devenida en sanchista. Molière perfila el itinerario de personajes de semejante guisa, pero lo peor no es la suerte de Sánchez sino la de un partido centenario que, de seguir liderado así, dejará a jirones todas las credenciales y caerá en un cesarismo, que conduce a la irrelevancia o a populismos que siempre recalan en mal puerto.