Vuelve el partido

Partido, partido y más partido. Hace mucho tiempo que la presencia del PP como entidad propia no tenía tanto protagonismo en Castilla y León. Los prolegómenos de las primarias, la intensa campaña, y la propia celebración ayer del Congreso regional, con una amplísima renovación de caras y estructuras, ha devuelto al PP la fuerza y el vigor perdido durante años de mayorías absolutas. Alfonso Fernández Mañueco ha fijado su impronta con un equipo de marcado carácter político, equilibrado territorialmente y de amplia representación municipal. Por el contrario, relega a un segundo plano los perfiles más técnicos e institucionales.

Como grandes novedades, la designación de Francisco Vázquez, uno de sus fieles, como número dos, y de Silvia Clemente, política de raza, encargada del programa electoral. Mañueco es un político de los llamados «profesionales» y no se avergüenza: «Con 18 años ya pegaba carteles y repartía octavillas en Nuevas Generaciones». Y en su equipo ha optado por caras similares.

Pero a pesar de todos estos cambios que parecen dar la vuelta al curso del partido durante los últimos años, lo que ayer se quiso dejar claro en el Congreso es que la temida bicefalia no será un problema. Así al menos lo defendieron con vehemencia las dos cabezas visibles. «Ni bicefalias, ni bicenadas», dijo el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en su emotiva despedida, a lo que se sumaron las palabras de Mañueco: «El PP será el principal apoyo de la Junta y del presidente». Gran respaldo a la Ejecutiva y al nuevo rumbo diseñado por el salmantino, pero también con alguna cara de insatisfacción, sobre todo, entre miembros del PP de Valladolid, donde la parte oficial exigía más presencia de los suyos. Hacer equipo no es fácil, pero Mañueco ha tenido «manos libres». Ahora tendrá que demostrar que el PP está tan vivo como ha hecho sentir a tantos afiliados y cargos durante estas últimas semanas.