Los vecinos de un pueblo de Valladolid tapian una casa okupada
Cientos de personas se concentran en la localidad de Renedo tras la agresión protagonizada por los «ilegales»
Vecinos de la localidad vallisoletana de Renedo de Esgueva han tapiado esta tarde con ladrillo y cemento la puerta de entrada y ventanas de una vivienda que se encuentra ocupada de manera ilegal desde hace un año. La acción reivindicativa, que se ha realizado con material transportado en una furgoneta con rótulos municipales, se produjo después de que la alcaldesa, Raquel González, asegurara que contaba con el permiso de ServiHabitat, inmobiliaria de La Caixa, propietaria del inmueble. Todo ello, después de que la Guardia Civil, que ha desplegado varias patrullas en Renedo, confirmara que la casa se encontraba vacía, sin ningún ocupante en su interior. La actuación, calificada en todo momento de vecinal, se celebraba días después de que un vecino denunciara una agresión sufrida a manos de los okupas. Precisamente, los padres de la persona agredida , han seguido por la tarde la manifestación desde el balcón de su casa, entre aplausos de los congregados.
La vivienda objeto de la polémica se encuentra junto a la carretera que atraviesa la localidad, en concreto, en el número 8 del camino de Olmos, en la confluencia con la calle Teniente Velasco y la carretera de Villabáñez, vía que comunica la capital de la provincia con uno de los ramales del Valle del Esgueva. Es, por tanto, una de las zonas más transitadas de Renedo, lo que obligó a cortar el tráfico durante más de una hora .
La manifestación, autorizada por la Delegación del Gobierno , ha comenzado en la plaza de El Guindo, epicentro del municipio, y se ha desarrollado sin incidentes hasta las inmediaciones de la vivienda. Los vecinos de la localidad han acudido, muchos de ellos, con cacerolas y otros utensilios de cocina, como espumaderas o cajas metálicas de galletas, que han hecho sonar con fruición hasta la conclusión del acto.
Al llegar a la esquina de la vivienda, la alcaldesa ha anunciado la intención de tapiar la vivienda, en medio de la expectación de los renedienses, que también han aplaudido la llegada de la furgoneta y de las personas que colaboraron en la colocación de los ladrillos. También, escalera en mano, ha cortado los cables de la instalación eléctrica improvisada en el exterior de la casa .
A través de los huecos (las ventanas ya no existen) se podían observar los destrozos originados en el interior del inmueble y las pintadas con frases malsonantes y faltas de ortografía que adornan las paredes. Mientras, los vecinos expresaban su malestar con gritos como «Renedo, sí; okupas, no» o «Fuera okupas de Renedo».
Noticias relacionadas