La variante de Segovia entra en servicio este lunes tras casi cuatro años de obras para 15,5 kilómetros
El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, descubrirá un hito conmemorativo de los trabajos en la SG-20, con un coste de más de 34 millones de euros

Casi cuatro años de obras y continuos desvíos en una vía que parecía más bien un Scalextric en el que más de uno se ha perdido y cambiando de forma continua el trazado tocan a su fin. Este lunes está prevista la puesta en servicio de la demandada y anhelada SG-20, la variante de Segovia -no es circunvalación, pues no completa el anillo alrededor de la capital segoviana- marcada por los trabajos desde que comenzó el desdoblamiento de sus 15,5 kilómetros allá por octubre de 2016.
Un tiempo en el que no han faltado los problemas con la concesionaria de las obras y la paralización de los trabajos, con unos conductores ya casi acostumbrados a soportar el suplicio de recorrer la SG-20.
Tras varios aplazamientos en las fechas previstas para su puesta en servicio, esta previsto que este lunes el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), José Luis Ábalos, «corte» la cinta que convierte en autovía la SG-20, que contará hasta con un hito conmemorativo para la ocasión.
El pasado octubre concluyeron los trabajos de uno de los dos tramos -de 7,1 kilómetros- en los que se dividieron los trabajos de los 15,5 kilómetros totales. Este lunes, con el subtramo A, de 8,4 kilómetros se completa, la obra.
El presupuesto total de este nuevo tramo asciende a 30,7 millone s de euros, que sumado sumado al coste de las expropiaciones, asistencias técnicas y reparación de una estructura en un enlace existente, supone una inversión total estimada de 34,4 millones de euros .
Accidentes
La puesta en servicio de la SG-20 no sólo beneficia a los segovianos a la hora de atravesar la ciudad, que desde que en 1992 se cerró el tráfico bajo los arcos del Acueducto necesitaba una vía para ir de un lado a otro y sortear el monumento que hace de barrera entre la parte oriental y occidental. También mejorará los tiempos de recorrido y la seguridad vial para el entorno y el itinerario Madrid-Segovia-Valladolid , que a la hora de atravesar el entorno de la capital se encontraba con un «cuello de botella» más estrecho aún en estos cuatro años de obras.
Será así posible conectar la Autovía de Pinares (A-601 entre Valladolid y Segovia) con la AP-61 y A-6 (Segovia-Madrid) por vías de alta capacidad.
Ya desde que se inauguró la variante en 2001 se evidenció su desdoblamiento era necesario: soportaba más tráfico del estimado -hay tramos que circulan hasta 18.000 vehículos al día y se concibió para 6.000- , sin olvidar los numerosos y trágicos accidentes que han ensombrecido la vida de una carretera de doble sentido que pretendía circunvalar la ciudad y apenas contaba con tramos para el adelantamiento. Doce fallecidos sólo en su primer año de funcinamiento.
Y más aún desde que en 2008 se abrió la Autovía Valladolid-Segovia y se abría así una vía más rápida de conexión con la capital de España. Ya en 2002, el Gobierno central asumió que debía desdoblarse y 18 años después y tras casi cuatro de obras este lunes se hará realidad.