Educación
Universidad: retos para la legislatura
Los rectores muestran su visión del sistema universitario de la Comunidad y plantean las cuestiones primordiales que deberá afrontar quien asuma la cartera educativa
Ante la formación de un nuevo gobierno en Castilla y León, los rectores de las cuatro universidades públicas y de otras cuatro instituciones privadas (la IE University declinó responder a las cuestiones de ABC), muestran su visión del actual sistema universitario de la Comunidad y plantean las cuestiones primordiales que deberá afrontar quien asuma la cartera educativa.
Estas fueron las tres cuestiones a las que tuvieron que responder:
1. Cite tres fortalezas de la enseñanza universitaria de Castilla y León frente a la del resto de España.
2. ¿Qué actuaciones debe llevar a cabo en primer lugar el futuro consejero o consejera de Educación de la Junta de Castilla y León en materia de educación universitaria para mejorarla?
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Ricardo Rivero Ortega (Usal): «Lo primero es reconocer tanto trabajo bien hecho hasta ahora»
1. Castilla y León es una comunidad donde la educación es muy valorada por las familias. Una tradición cultural de profundas raíces explica el interés sobresaliente por el estudio, la reflexión intelectual y la investigación, actitudes todas ellas vinculadas a la Universidad. La historia sería la primera fortaleza, esta tradición de más de ocho siglos en la Universidad de Salamanca.
El reconocimiento de la importancia del esfuerzo sería la segunda fortaleza que subrayaría, en un tiempo en el que parece desvalorarse el mérito o el trabajo con sacrificios. Los resultados educativos en todos los niveles requieren esa dedicación que, por supuesto, comporta renunciar a otros placeres o distracciones.
La tercera fortaleza es personificada por las profesoras y profesores de nuestras universidades, capaces y competentes al igual que en todos los niveles educativos de Castilla y León. El nivel y calidad de los docentes e investigadores es extraordinario, muy destacable y explicativo de los excelentes resultados.
2. La primera actuación que puede llevar a cabo quien asuma la responsabilidad en la Consejería es reconocer tanto trabajo bien hecho hasta ahora, agradeciendo que el sistema educativo de Castilla y León ha dado un ejemplo de defensa de la calidad en el servicio público.
Una segunda actuación es mantener la comunicación constante con los responsables de los centros educativos, incluyendo las universidades, pues quien gestiona directamente la educación superior conoce en detalle sus oportunidades y necesidades.
También es conveniente reforzar las dotaciones presupuestarias. La investigación y el rejuvenecimiento de las plantillas son prioridades para impulsar la creación de ciencia y conocimiento a nivel internacional, mostrando las capacidades de nuestros centros.
La defensa de los intereses propios del sistema educativo y universitario de Castilla y León es otra de las tareas de los responsables de la Junta, que hasta ahora han realizado todas estas actuaciones de manera sobresaliente.
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Manuel Pérez Mateos (UBU): «El sistema universitario merece una consejería diferenciada»
1. La extraordinaria alianza existente entre las cuatro universidades públicas en múltiples acciones, especialmente en el ámbito de las relaciones internacionales; nuestra firme apuesta por la implementación de los ODS en los campus, que son un modelo social y puente con las empresas para producir un cambio de la actual estructura hacia una economía circular y, desde la Universidad de Burgos, nuestro modelo de enseñanza dual universitaria personalizada en colaboración con la pujante industria burgalesa.
Tres singularidades que se unen a la excelente calidad del profesorado de las universidades públicas y de sus infraestructuras para la docencia y la investigación. No en vano, las cuatro universidades públicas de la región figuramos en posiciones destacadas de los ránkings internacionales de mayor prestigio.
2. Sin ninguna duda, incrementar la financiación de las universidades públicas, que es la tarea más urgente e imprescindible para garantizar nuestra prestación de servicio público y que se encuentra a gran distancia de la financiación media europea y española.
En mi opinión, el próximo Gobierno debería establecer un contrato programa con cada una de las universidades públicas que garantice una transparencia de los criterios utilizados para la financiación que ahora no existe. Un contrato-programa en base al rendimiento y desempeño institucional, con objetivos identificables y que tenga en cuenta la calidad de los resultados y el coste de los servicios, permitiendo además autonomía en la gestión de los recursos, siempre sujetos a rendición de cuentas. Una financiación plurianual, estable y sostenida, que permita plantillas reforzadas y rejuvenecidas, programas de digitalización y un plan de becas y ayudas al estudio y contra la brecha digital.
Adicionalmente, creo que el sistema universitario regional y el sistema de investigación de Castilla y León se merecen una consejería independiente a Educación. Los desafíos y funciones de las universidades y centros de investigación poco tienen que ver, por no decir nada, con la educación no universitaria.
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Juan Francisco García Marín (ULE): «Debe haber una financiación acorde a las necesidades»
1. La primera de las fortalezas, y me refiero a las universidades públicas, es la amplia oferta de títulos reconocidos y bien asentados que hay y algunos de los cuales son únicos o están en muy pocas universidades en España. En la Universidad de León tenemos Veterinaria, también Ingeniería Aeroespacial, que no la tienen otras universidades en la Comunidad. Y los campus son muy asequibles y están en ciudades con excelentes condiciones para vivir los universitarios.
Respecto al nivel de investigación y docencia, para el tamaño de las universidades, están muy bien clasificadas, porque los rankings internacionales, en muchas ocasiones no tiene en cuenta esa proporcionalidad. Además, cada vez es mejor la formación de posgrado.
2. Lo primero que tiene que acordar es el mapa de titulaciones. Vamos a ver qué titulaciones no siguen y, sobre todo, cuáles son las que hay que instaurar y en qué universidades, y tener esa prioridad en las universidades públicas.
Además, debe haber un plan de financiación acorde con las necesidades de las universidades y eso supone dinero si queremos seguir manteniendo y mejorando un nivel determinado de docencia e investigación. No nos pueden pedir que eso se produzca teniendo, como tenemos, una financiación por alumno muy inferior a la que tienen algunas comunidades autónomas. Eso hay que subsanarlo. Llevo muchos años reivindicando ese plan de financiación. Ya se lo dije también al anterior consejero. No nos molesta que se marquen unos objetivos y que los cumplamos, pero debe existir planificación de una financiación adecuada.
También se habla mucho de transferencia de conocimiento a la empresa, pero tiene que haber planes como los que tienen comunidades como Galicia, con ayudas para las «spin off», para que se creen empresas y se produzca esa transferencia de conocimiento. Ese plan se debe hacer con las universidades. Se necesitan más apoyos para esa relación con las empresas.
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Antonio Largo Cabrerizo (UVA): «Es urgente que las universidades puedan rejuvenecer sus plantillas»
1. Las universidades de Castilla y León ofrecen una enseñanza de calidad, como se demuestra por la valoración de nuestros egresados, con una buena inserción laboral. En general, todas tienen una buena cercanía al estudiante, acompañándole en su formación académica y poniendo en valor la formación práctica.
Hay también una gran capacidad de adaptación, como se ha demostrado en tiempos de pandemia, posibilitando que nuestros estudiantes no vieran limitado su progreso académico por causas sobrevenidas. Somos la Comunidad autónoma de España que más grado de presencialidad ha conseguido mantener en la enseñanza universitaria, lo cual redunda en una mayor calidad y equidad en la formación.
Existe, asimismo, un gran potencial para la investigación y, en particular, para la transferencia de conocimiento. Juegan un papel fundamental como motor para el desarrollo socioeconómico de la región.
2. En primer lugar, reunirse con los rectores de las universidades públicas para buscar, conjuntamente, un marco de financiación estable y suficiente para que las universidades públicas puedan desarrollar todo su potencial. En particular, es urgente que las universidades puedan rejuvenecer y fortalecer sus plantillas, tanto de profesorado como de personal de administración y servicios, ambas actualmente en situación muy delicada. La financiación de las universidades públicas debe verse como una inversión. La educación superior, la investigación y la transferencia de conocimiento son un motor para la sociedad castellano y leonesa, aportan talento y gran valor para el futuro de nuestros jóvenes.
Debe aprovechar la gran oportunidad que nos brindan los fondos europeos para impulsar decisivamente el salto hacia la sociedad del conocimiento a través del sistema de Ciencia y Tecnología de la región. Ello generará una dinámica de innovación y desarrollo que contribuirá a detener la sangría de capital humano de nuestra región.
En tercer lugar, sería conveniente que iniciase las conversaciones con los rectores de las universidades públicas para establecer un mapa de titulaciones bien financiado que permita un crecimiento ordenado de las cuatro universidades y posibilite una configuración que responda a las necesidades de los jóvenes castellanos y leoneses, a la vez que impulse la atracción de estudiantes de otras regiones mediante una oferta de estudios universitarios moderna y atractiva.
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María del Rosario Sáez Yuguero (UCAV): «Debe impulsar la agilidad en la creación de nuevas titulaciones»
1. Una de las fortalezas del sistema universitario de Castilla y León es la riqueza de su composición. Es un sistema con una gran diversidad en el que conviven antiguas universidades con otras de reciente creación, universidades presenciales con otras que se han especializado en la enseñanza a distancia o híbrida aprovechando el desarrollo tecnológico actual. También hay universidades que se caracterizan por su compromiso con la formación integral del alumno como es el caso de las universidades católicas. Esta variada oferta es un punto fuerte para atraer alumnos y atraer y retener talento en Castilla y León.
Otro de nuestros puntos fuertes es, sin duda, nuestro idioma común, la lengua española, una lengua que hablan 580 millones de personas y es el tercer idioma en internet, donde tiene un gran potencial de crecimiento, y lo estudian 22 millones de personas en 110 países.
La tercera fortaleza que me gustaría señalar es el enclavamiento de nuestras universidades en ciudades históricas, patrimonio de la humanidad, con una gran riqueza cultural.
2. La persona que ocupe la Consejería de la Junta de Castilla y León debería tener un buen conocimiento de la universidad y tener entre sus actuaciones prioritarias impulsar la flexibilidad y agilidad en la creación e implantación de nuevas titulaciones, adaptadas a las necesidades de una sociedad rápidamente cambiante y eliminar el exceso de burocracia, para que nuestro sistema universitario autonómico fuera competitivo con el resto de los sistemas, como el sistema madrileño o el catalán.
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David García Lopez (UEMC): «El trabajo para un nuevo mapa de títulos es una prioridad»
1. Nuestra Comunidad autónoma tiene un sistema universitario consolidado, heterogéneo y cohesionado. Estas tres características constituyen en sí importantes fortalezas que permiten abordar con garantías los retos que la sociedad, a la que nos debemos, nos ha ido planteando con el paso de las décadas.
Creo que es un sistema consolidado porque, como conjunto compuesto por diez integrantes, ha superado ya los doce años de funcionamiento. Y menciono 10 integrantes porque, además de las 9 universidades, hay que considerar el papel fundamental de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Castilla y León (Acsucyl), dependiente de la Consejería de Educación. En nuestra Comunidad conviven instituciones heterogéneas, no solo en antigüedad, sino también en tamaño, forma jurídica, etc. Esto hace que, en conjunto, la oferta académica, la productividad científica y la transferencia de conocimiento abarquen las demandas de una sociedad que agrupa a individuos y colectivos con intereses y circunstancias muy variadas. Y creo, sinceramente, que es un equipo cohesionado, donde prima una buena relación institucional.
2. La persona que lidere la Consejería de Educación tiene, en materia universitaria, varios retos por delante. Sin duda el comienzo de los trabajos conducentes a un nuevo mapa de titulaciones ha de ser una prioridad, que permitirá a las distintas universidades una planificación estratégica adecuada, en un marco de consenso. Paralelamente, las nuevas normativas aprobadas en materia universitaria en los últimos meses, o que se aprobarán próximamente, exigen una adaptación rápida por parte de todos, especialmente de nuestra Agencia, llamada a guiarnos en todos los procesos que rigen nuestro funcionamiento académico, muchos de los cuales están siendo modificados por la normativa ya mencionada.
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M. M. Cortés Diéguez (Pontificia): «Es prioritario potenciar la retención del talento, de docentes e investigadores»
1. La enseñanza universitaria en Castilla y León destaca por muchas razones, pero si he de señalar solo tres de sus fortalezas me decantaría, por destacar: su amplia oferta formativa -que abarca prácticamente todas las titulaciones existentes en el sistema universitario español-; la coexistencia de nueve universidades, públicas y privadas, que ofrecen al estudiante una amplia posibilidad de elección de modos y formas de vivir la vida universitaria y enfocar su formación para la vida; y, por último, aunque no por ello menos importante, el claro reconocimiento del exterior de la calidad educativa de este sistema universitario. Si a estas tres cualidades le sumamos otras como la cultura, la lengua, la arquitectura, la gastronomía, el medio ambiente, etc., nuestra Comunidad es, sin duda alguna, una opción ciertamente atractiva y única para cualquier estudiante que desee cursar estudios de grado y de posgrado.
2. Considero prioritario que provea de los medios necesarios para potenciar la retención del talento, tanto de buenos docentes como de potentes investigadores, así como para atraer a nuestras universidades profesores e investigadores de otras universidades y países, que contribuyan a mantener y elevar, de modo creciente, la calidad del sistema.
Las universidades de Castilla y León son un referente en excelencia universitaria, claramente reconocida y aplaudida, y por tanto constituyen una gran riqueza para esta tierra. Por ello, ha de asumirse con gran responsabilidad política la potenciación de su valor como agente de desarrollo de nuestra Comunidad autónoma.
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Alberto Gómez Barahona (Isabel I): «El futuro titular de Educación debe contribuir a preservar la autonomía regional en el nuevo marco normativo»
1. La enseñanza universitaria en Castilla y León destaca por muchas razones, pero si he de señalar solo tres de sus fortalezas me decantaría, por destacar: su amplia oferta formativa -que abarca prácticamente todas las titulaciones existentes en el sistema universitario español-; la coexistencia de nueve universidades, públicas y privadas, que ofrecen al estudiante una amplia posibilidad de elección de modos y formas de vivir la vida universitaria y enfocar su formación para la vida; y, por último, aunque no por ello menos importante, el claro reconocimiento del exterior de la calidad educativa de este sistema universitario. Si a estas tres cualidades le sumamos otras como la cultura, la lengua, la arquitectura, la gastronomía, el medio ambiente, etc., nuestra Comunidad es, sin duda alguna, una opción ciertamente atractiva y única para cualquier estudiante que desee cursar estudios de grado y de posgrado.
2. Considero prioritario que provea de los medios necesarios para potenciar la retención del talento, tanto de buenos docentes como de potentes investigadores, así como para atraer a nuestras universidades profesores e investigadores de otras universidades y países, que contribuyan a mantener y elevar, de modo creciente, la calidad del sistema.
Las universidades de Castilla y León son un referente en excelencia universitaria, claramente reconocida y aplaudida, y por tanto constituyen una gran riqueza para esta tierra. Por ello, ha de asumirse con gran responsabilidad política la potenciación de su valor como agente de desarrollo de nuestra Comunidad autónoma.