«La universidad crea funcionarios y vive en un mundo paralelo»
El presidente de Iberaval, César Pontvianne, asegura que «es posible emprender en Castilla y León y hay ganas de desarrollar proyectos, pero hay que cuidar, seguir y mimar al que lo intenta»
-¿Qué valoración hace del número y de la calidad de innovadores y emprendedores que hay en la Comunidad?
-Hay una buena cantera que podía ser mejorable. En todo caso, somos muy malos vendiéndonos. Hay auténticos cracks de aquí, como Verónica Pascual, de Asti, líder mundial en robótica. Sale en todas partes y en Castilla y León lo hace poco. Es curioso. Es posible emprender en Castilla y León y hay ganas de desarrollar proyectos, pero hay que cuidar, seguir y mimar al que lo intenta.
-¿Desde la universidad se empuja hacia esa dirección o se anima más a ser funcionario?
-A crear funcionarios. La universidad de Castilla y León, aunque generalizar es un pecado muy extendido, no está cerca de la realidad. Viven en un mundo paralelo que ellos mismos se han creado y que controlan. Se necesita urgentemente dar un meneo a la Ley General de Universidades. A parte de dar conocimiento, deberían fomentar una forma de trabajar, actitudes y aptitudes. No las da. Todo lo contrario. El que tendría que servir de ejemplo, que es el profesor, no las tiene.
-¿Pero eso no es algo buscado?
-Es un sistema perverso que sólo se puede cambiar desde arriba, pero no se hace. Los programas que vinculan universidad y empresa son muy limitaditos y eso que la educación tiene unos presupuestos monstruosos tanto en España como en Castilla y León. Es triste que universidades como la de Salamanca, de donde soy yo, no aparezca en algunos rankings. Queremos café para todos y lo que hay que hacer es tener buenas universidades y generar talento
-¿Cómo definiría entonces al empresario joven de Castilla y León?
-El joven, aparte del conocimiento y las tecnologías, tiene mas oportunidades que antes. Puede viajar mucho más que nuestros padres y abuelos en un mundo más conectado. Seguimos en todo caso con ese carácter castellano de contar poco el éxito. Decir que has ganado por dinero se ve a veces como un pecado cuando es todo un logro del que sacar pecho.
-¿Y estos jóvenes trabajan lo necesario?
-Se nota que han pasado licuaditos por la universidad y hay menos capacidad que antes para hacerlo.
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