La Universidad de Burgos, la única de España que supera el 30%de catedráticas

El centro burgalés cuenta con 18 mujeres en esa categoría profesional

En Castilla y León la cifra es del 24 pòr ciento, frente al 22,5 de la media nacional

Las dos últimas catedráticas incorporadas a la Universidad de Burgos, junto al rector ABC

M. ANTOLÍN

La paridad aún está lejos de llegar a las cátedras universitarias, pero en la Universidad de Burgos el equilibrio es cada vez mayor. Tiene el «récord» de España en el número de mujeres que han promocionado hasta lo más alto . Suponen ya casi cuatro de cada diez catedráticos y es la única universidad presencial española que supera el 30 por ciento. En total cuenta con 18 féminas en esa categoría profesional –las dos últimas se han incorporado el pasado mes de julio–, de las 50 personas que ocupan los puestos del escalafón superior en la docencia. Y su registro seguirá creciendo porque próximamente esperan incorporar otras dos profesoras .

En España cuatro de cada cinco catedráticos son hombres, mientras que en Castilla y León la cuota femenina en las cátedras de las universidades públicas es del 24 por ciento, dos puntos por encima de la media nacional, con 147 mujeres y 464 varones . Es Salamanca la que sigue a Burgos con más mujeres docentes que han promocionado a la categoría máxima, un 25 por ciento, seguida de cerca por Valladolid –un 23–. En el último puesto está León, donde uno de cada cinco catedráticos es mujer .

Razones

Y, ¿cuáles son las razones de que la Universidad de Burgos cuente con la mayor proporción de catedráticas en sus filas? Lejos de querer marcarse un punto en ser los más igualitarios del panorama universitario, su vicerrector de Personal Docente e Investigador, José María Cámara, asegura que no hacen «nada especial», sino que todo depende de quien se acredite como catedrático porque actualmente no existe «lista de espera» en el centro burgalés para acceder a esas plazas. «No hay discriminación, ni positiva ni negativa», relata.

Otro de los motivos puede ser que, «al igual que cada vez hay más mujeres en los niveles previos» , cada vez son más las profesoras que certifican sus competencias para acceder a los escalones más altos, expresa. Es, además, una «universidad joven», a diferencia de otros centros, en los que las plazas de catedrático son más antiguas y están ocupadas «fundamentalmente hombres».

Para poder ser catedrático es necesario primero ser doctor y profesor titular de universidad. Se exigen determinados requisitos en docencia e investigación –proyectos, publicaciones y gestión– que más tarde tienen que ser acreditados por la agencia Aneca. A partir de ahí cada universidad selecciona después a las personas que considera más adecuadas para sus plazas mediante un tribunal de selección.

Las dos últimas mujeres en sumarse a la categoría profesional universitaria más alta en Burgos son Verónica Calderón y Cristina Alonso. Son, además, las primeras en acceder a ese rango en la Escuela Politécnica tras 55 años de historia . Las dos coinciden en que quizá el escaso número de mujeres en los puestos de mayor nivel universitario se explique porque la «dificultad para conciliar la vida familiar y laboral puede ralentizar la promoción», expresa Calderón. «No es porque exista un agravio comparativo a la hora de acceder a las puestos porque es un tribunal el que decide» , detalla. Pero, lo cierto es que la responsabilidad familiar «suele recaer más» en las mujeres, aunque «no tiene por qué ser así»,

Comparte la misma opinión Cristina Alonso, madre de tres hijos, que reconoce las dificultades para compatibilizar el tiempo en familia y el acceso a la máxima categoría, aunque en su caso ha contado con «mucho apoyo». Es la novena catedrática de España en Máquinas y Motores técnicos, un área de conocimiento en el que es difícil encontrar profesoras. «En las enseñanzas técnicas es complicado que haya catedráticas porque no hay tradición investigadora y somos pocas docentes», expresa .

Es la política de investigación de Burgos la que está animando a muchas mujeres y hombres a dar el paso de acceder a lo alto del escalafón. «Los profesores tenemos incentivos», relatan . A aquellos docentes que dedican más tiempo al laboratorio se les compensa, por ejemplo, con menos horas de docencia.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación