Empresas

Tvitec: vidrio de alto rendimiento

La empresa berciana realiza el acristalamiento de fachadas en algunos de los más modernos edificios del mundo

Detalle del vidrio fabricado en Cubillos del Sil

DIEGO LUIS GONZÁLEZ

En un territorio especialmente necesitado de proyectos industriales y alternativas de futuro, como El Bierzo, en León, hay una empresa que enarbola la bandera del dinamismo. Se trata de Tvitec (Técnicas de Vidrio Transformado). Desde su factoría de Cubillos del Sil, a unos diez kilómetros de Ponferrada, salen las piezas destinadas a componer fachadas acristaladas en los más modernos edificios del mundo. Es una de las mayores fábricas de vidrio de alto rendimiento de Europa. Tvitec es el resultado de una aventura iniciada en plena crisis del 2008, cuando el empresario Javier Prado se atrevió a invertir más de 35 millones de euros en el negocio del vidrio arquitectónico, y en su casa, en su comarca, alejado de todos los grandes nodos de comunicaciones y de las autopistas de la información.

Fue una apuesta a medio camino entre la visión empresarial, el conocimiento de esta industria, el arraigo apasionado con su propia tierra y hasta un «ramalazo de locura», según se atreve a reconocer el director de comunicación de Tvitec, Roberto Arias. Superada una década, esta firma viste las pieles acristaladas de una veintena de rascacielos de Nueva York. Entre ellos, el tercero más alto de la Gran Manzana, el One Vanderbilt, donde el vidrio aislante de Tvitec está a punto de alcanzar los 421 metros de su cumbre. En los últimos cinco años, la empresa berciana ha suministrado en Estados Unidos vidrio inteligente por su control térmico, de seguridad, acústico o decorativo, para más de 50 proyectos por más de 50 millones de euros. Se pueden citar el nuevo One Dalton Four Seasons, en Boston; en Washington, el Midtown Center sobre la antigua sede del Washington Post; o ahora en Mountain View, la nueva sede de Google. En todos los casos, proyectos diseñados por las firmas de arquitectura más prestigiosas del mundo. Y, a este lado del charco, Tvitec ha dejado su sello en rascacielos de Londres, el Campus de la Universidad Bocconi de Milán y la nueva sede del periódico «Le Monde», en París.

En Europa, destaca su presencia en proyectos en Londres, Milán y París, como la nueva sede del diario «Le Monde»

A nivel nacional, en España, el vidrio fabricado en El Bierzo está en la sede central del Banco Santander en Madrid, el edificio AXIS diseñado por Foster en la plaza de Colón, o los pisos más caros de la capital de España, en Lagasca 99. Y cada caso, tiene su particularidad. El complejo de «Le Monde» hizo necesaria la fabricación de más de 6.500 metros cuadrados de doble acristalamiento laminado, para favorecer la seguridad y la acústica. Además, las piezas llevan incorporadas capas especiales de eficiencia térmica. Son acristalamientos de importante valor añadido, como las piezas que se utilizaron en la sede de Google, que se endurecen y se serigrafían digitalmente, con un patrón exclusivo, se envían a Centroeuropa para un tratamiento especial de recubrimiento para el control solar, y regresan a la factoría de Cubillos del Sil, para el proceso final de doble acristalamiento.

La empresa berciana ha realizado el acristalamiento de una veintena de rascacielos de Nueva York

Tvitec ya ha superado los 130 millones de euros de facturación. En España, multiplica por cuatro la facturación de su siguiente competidora. Su nivel de empleo directo roza la cifra de los 600 trabajadores. Y, lejos del conformismo, la compañía se ha embarcado en la fabricación de vidrio curvo; ultima una nueva línea de ventanería residencial; e investiga en diseños innovadores, como el vidrio que es capaz de convertirse en cualquier acabado en piedra, bautizado como «Rocalux». Y, todo ello, a pesar de la dificultad territorial que supone su ubicación en Cubillos del Sil. El director general y fundador de Tvitec, Javier Prado, nunca ha ocultado que podría haberse establecido en cualquier otro sitio en mejores condiciones. Pero tampoco el compromiso con su tierra. Es «un visionario del sector del vidrio». Y, a su lado, el director comercial, Alberto Sutil, que tiene una capacidad de trabajo absolutamente fuera de lo común. «La pasión de ambos y la apuesta decidida por la internacionalización están por encima de cualquier hándicap territorial», argumenta Roberto Arias. Y aunque en la compañía dicen que las administraciones siempre han tratado «razonablemente bien» el proyecto de Tvitec, la dotación de comunicaciones como la alta velocidad ferroviaria o el acceso a fibra de alta capacidad serían importantes incentivos para mejorar su competitividad.

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