Turismo
El turismo rural se prepara para «un gran verano» con una ocupación que alcanzará el 80 por ciento
El sector destaca el adelanto de las reservas en provincias como Salamanca, Segovia o León
El buen comportamiento del turismo durante los primeros cuatro meses del año -la llegada de extranjeros se disparó un 38 por ciento- y una Semana Santa de récord hacía presagiar hace unas semanas a la consejera de Cultura y Turismo, Josefa García Cirac, un «buen verano» para el sector. Recién estrenada la temporada alta y ya con los registros en la mano, algunas de las principales asociaciones provinciales de turismo rural dan por buenos estos augurios. Ocurre así en Segovia, Salamanca y León , tres de los principales destinos vacacionales en esta temporada, donde sus respectivas organizaciones apuntan una ocupación media de hasta el 80 por ciento entre mediados de julio y mediados de agosto . Otro dato que refuerza la conjetura de que volverá a ser un «gran verano» -ya julio de 2016 fue histórico en el sector del turismo rural- es el adelanto de las reservas. «El año pasado pudimos alcanzar esa ocupación con las reservas de última hora. Sin embargo, éste se ha visto a la gente más animada y está reservando con mayor antelación», señala Jesús del Río, presidente de Aletur (Asociación Leonesa de Turismo Rural), una de las agrupaciones más numerosas y unidas a nivel provincial -aglutina a 150 empresarios entre alojamientos, turismo activo y establecimientos de restauración-. Según detalla Del Río, la previsión de ocupación alcanza el 85 por ciento; algo menos sería en Salamanca, que de media se sitúa en un 70 por ciento aunque en determinadas casas con ciertas condiciones (piscina, jardín...) alcanzaría el 80, detalla Lauren Hernández, de Asiter, mientras en Segovia, algo más baja, estaría en un 60 por ciento.
Se trata principalmente de núcleos familiares, así que «se alquila mejor la casa pequeña que la grande»
Más precavido, Luis Chico, el presidente de Acaltur (Federación de Turismo Rural de Castilla y León), señala que la ocupación será similar a la del año pasado, lo que significa que habrá «buenas cifras» -julio y agosto se cerraron con un 17,6 y un 9,3 por ciento de viajeros respectivamente alcanzando el primer mes mencionado los 73.982 visitantes-.
Perfil del turista
Tanto Chico como el resto de representantes de las asociaciones coinciden en que el perfil del visitante varía respecto al de otras épocas del año. ¿Y cuál es? Se trata fundamentalmente de núcleos familiares «que llegan huyendo del calor de las grandes ciudades» atraídos por el tirón de las fiestas patronales y recreaciones históricas, además de por su patrimonio natural, cultural e histórico. «En esta época se tiende a alquilar más la casa pequeña que la grande», sostiene Chico. Respecto al visitante internacional, se trata de un turista de paso que pernocta en Castilla y León camino de Portugal o de Francia, excepto en algunas zonas como el Camino de Santiago donde pasará varios días.
Es precisamente esta zona, junto a Picos de Europa y Babia es una de las más demandadas de la provincia leonesa. En el caso de Segovia optan por áreas próximas a la Sierra de Guadarrama, mientras que en Salamanca se decantan por Sierra de Francia y Ciudad Rodrigo. Madrid fundamentalmente, aunque también Cataluña y Andalucía, es el principal origen de los visitantes, «En nuestro caso se trata muchas veces de familias madrileñas que los progenitores siguen trabajando y se desplazan todos los días», apunta el representante segoviano, Domingo Asenjo.
Acaltur, dañada
Esta luna de miel por la que pasa el turismo rural, en el que Castilla y León es líder indiscutible, choca, sin embargo, con los tiempos revueltos que vive el asociacionismo en el sector, con una Acaltur «bastante dañada» y con riesgo de desaparecer, que su presidente justifica en el «descontento» generalizado: «El hecho de que no se actúe contra los ilegales desde la Administración ha generado una desilusión y muchos de ellos han optado por dejar de pagar las cuotas», señala Chico, quien insiste en la necesidad de incrementar la inspección y centrarla en los fines de semana. La Federación esperará a que concluya el verano para celebrar una asamblea y dilucidar su futuro. «Veremos si se puede solventar o dejamos morir a Acaltur y creamos una estructura totalmente diferente», reconoce Chico, quien insiste en la importancia de contar con un órgano de representación ante la administración.
«El hecho de que no se actúe contra los ilegales desde la Administración ha generado una desilusión y muchos de ellos han optado por dejar de pagar las cuotas», señala Chico
Aunque la federación conserva aún más de una decena de asociaciones, algunas de ellas se han ido desligando. Es el caso de Segovia, cuya separación, explica su responsable, se debió a la escasez de «diálogo» y falta de implicación en sus problemas tales como la dificultad de acceso a la red o la gestión de los purines. Una de las características que sorprende del sector es la atomización de su asociacionismo. Sólo en la provincia de Salamanca existen más de cinco organizaciones vinculadas al turismo rural. «Nuestro gran problema es que somos nueve provincias y diez comunidades y cada uno hace la guerra por su cuenta, así que ideas y productos que nos hubieran gustado desarrollar desde Acaltur se han visto mermados porque cada una de las asociaciones provinciales tira por su cuenta», sentencia Luis Chico.
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