Hostelería
El turismo rural confía en que agosto le «salve» el verano tras un julio «flojo»
Prevé una ocupación media del 50 por ciento, que se elevará al 90 durante el Puente, con estancias más largas de hasta cinco días durante todo el mes
Tras un julio -dice- «flojo», el sector del turismo rural castellano y leonés tiene todas las expectativas puesta en el recién comenzado agosto, mes que esperan que les salve la estadística del verano gracias, sobre todo, a la «brutal» ocupación que prevé en torno al Puente del 15 de agosto . Así, Luis Chico, presidente de Acaltur, la Federación de Asociaciones Castellano y Leonesas de Turismo Rural, eleva la ocupación del sector en esos días festivos de mediados de agosto hasta «un 85 ó 90 por ciento», aunque insiste en que «no es un referente», pues no es lo que pasa habitualmente.
Para el resto de los días de agosto, desde Acaltur, la agrupación mayoritaria del sector , que engloba a ocho asociaciones, se prevé una media de ocupación de en torno al 50 ó 55 por ciento. No obstante, mejora las previsiones del portal Top Rural, que fija la media de ocupación en el 37 por ciento, sólo superada en cuatro provincias, León, Palencia, Soria y Zamora y con sólo estas dos últimas rozando ese 50 por ciento.
No obstante, pese a las halagüeñas previsiones, Chico no cree que varíe mucho los datos respecto al año pasado, cuando ya percibieron una notable mejoría respecto a 2014 -fueron 83.453 los viajeros que optaron por el turismo rural , un 9,1 por ciento más que el año anterior mientras que la media nacional se elevó un 8,2-. Lo que el presidente de Acaltur percibe es un cambio de tendencia en la prolongación de la estancia, que en algunos casos sube «hasta los tres, cuatro o cinco días» cuando la media de pernoctaciones en el resto del año es de 2,2. Además, añade, «en agosto no se trata sólo de una ocupación de sábado y domingo, sino también durante la semana con mucha gente de paso», detalla Luis Chico, para quien «lo que sube la media del verano es claramente el mes de agosto, tanto por el Puente como por las pernoctaciones de entre semana».
Castilla y León es un referente del turismo rural, acogiendo a una de cada cinco personas que optan por esta forma de ocio
En cuanto al perfil del visitante, desde el sector se viene detectando un crecimiento del turista extranjero -de enero a mayo se ha incrementado un 23,89 por ciento y las pernoctaciones un 28,94 con respecto a 2015-, aunque el predominante continúa siendo un turismo familiar, «parejas con uno o dos hijos que están recorriendo una provincia», o bien utilizan la casa, hotel o posada rural para pasar la noche de un viaje que tiene como destino el norte o el sur. «Hay mucho turista de las zonas de playa: Cataluña, País Vasco, Cantabria, Galicia... Y también mucho valenciano y andaluz que va hacia el norte», explica Chico, que regenta una casa rural en el pequeño municipio vallisoletano de Benafarces, a una hora de la capital.
Castilla y León sigue siendo líder a nivel nacional en turismo rural -en los primeros cinco meses del año acaparó un 21,29 por ciento del total de los viajeros y un 17,91 de las pernoctaciones, con un total de 243.729 visitantes, según datos de la Consejería de Cultura y Turismo-. No obstante, el presidente de Acaltur ve complicado revertir la estadística de los meses más flojos como el recién acabado julio y vuelve a citar una «histórica» reivindicación del sector, las nuevas tecnologías y la importancia de tener una «buena conectividad»: «Es verdad que al turista cada vez le damos más alternativas de ocio, pero no le podemos ofrecer lo que está demandando: internet con una buena banda ancha». Además, insiste en la importancia de que el sector se mantenga unido. «Necesitamos más colaboración, pero no sólo de las instituciones, sino entre el sector privado. Hace falta más coordinación por parte de los empresarios para comercializar productos de una manera más eficaz y no que cada uno haga la guerra por su cuenta, que es de lo que adolece más esta comunidad», opina este representante del sector, para quien es vital también algo todavía más difícil: la colaboración entre provincias.