Tudanca mete prisa al acuerdo entre PP y Vox ante «la paralización» de la Junta
Considera que los populares «son rehenes» de los de Abascal y vaticina que «el presidente real» será García-Gallardo «como ocurrió con Igea»
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La sesión de investidura será cuando quiera Vox». Ése es la pronóstico del secretario general y portavoz del PSOE en las Cortes de Castilla y León, Luis Tudanca, que ayer se aventuró a decir que los plazos para que se elija el próximo presidente del Gobierno autonómico los marca el partido de Santiago Abascal. Todo, dijo, porque el PP tiene prisa en cerrar el organigrama de la nueva Junta antes de llegar al Congreso Extraordinario del PP en Sevilla en el que se nombrará a Alberto Nuñez Feijóo como nuevo presidente. «Y eso Vox lo sabe. Por eso, está presionando al límite, mientras Mañueco se humilla en todo lo que le pide porque ha cedido al chantaje», concluyó el líder socialista sobre las negociaciones entre los partidos que formarán el próximo ejecutivo autonómico tras las elecciones del 13 de febrero. Y, dentro de sus vaticinios, tampoco se salvó de las críticas el que será el próximo dirigente del PP a nivel nacional, que ni siquiera ha sido aún elegido. A él y a Alfonso Fernández Mañueco, ganador de las elecciones y candidato a presidir de nuevo la Junta, les responsabilizó de hacer que Castilla y León vaya a ser la «prueba piloto» en España con el primer gobierno regional en el que tenga una «participación decisiva la extrema derecha».
Tudanca tiene claro que «Castilla y León es rehén de Vox», partido al que le da ya un papel casi protagonista dentro del próximo ejecutivo. Así, aseguró que, por el ritmo que llevan las conversaciones, «el señor Mañueco ya está demostrando que no será presidente, como no lo fue con el señor Igea», en referencia al anterior mandato en el que los populares gobernaron en coalición con Ciudadanos. «El presidente real será Juan García-Gallardo -el candidato de Vox en las pasadas elecciones- porque son ellos los que toman las decisiones», auguró sobre una negociación que, según dijo, «la está llevando Abascal en los despachos».
Después de criticar que ambas formaciones estén inmersas en una «pelea de poder» por los «despojos» y los «sillones» y de asegurar que Vox tiene la llave para convocar la investidura, Tudanca achacó tanto al PP como a Vox de «la situación de bloqueo». «Es su responsabilidad al 50 por ciento», aseguró, y exculpó al presidente de las Cortes, Carlos Pollán, que tampoco ayer fijó la reunión de la Mesa de las Cortes que sirva para poner fecha al pleno, al considerar que «no actúa de forma autónoma» y no decide cuándo convocar, sino que depende de que se alcance el acuerdo entre su partido y los populares.
En su lista de críticas al que será el nuevo ejecutivo regional, mostró su rechazo a que Vox tenga la aspiración de dirigir la dirección de Comunicación en lo que entendió como un «nuevo ataque a la democracia», tras «los que ya ha hecho al feminismo o a los sindicatos», expresó. A la vez, el líder socialista pidió a los que serán los próximos miembros del Gobierno regional que se «pongan las pilas» y abandonen la «parálisis» ante la «crisis económica y energética» que atraviesa la Comunidad. Aunque reconoció no estar ansioso por que la Comunidad tenga un gobierno del PP y Vox pero significó que es una «tremenda irresponsabilidad» tener «paralizada» la Junta. Primero, dijo, porque son necesarios unos presupuestos autonómicos y después, porque hay normativas en pausa que deben retomarse. «Lo más importante», indicó, es que también está detenida la «gestión de los fondos europeos» que harán que Castilla y León se pueda adaptar a los nuevos tiempos. «Esto puede afectar al desarrollo de la Comunidad durante décadas», auguró.
Decisiones «ágiles»
Al respecto, el portavoz de la Junta en funciones le respondía asegurando que el Gobierno regional toma decisiones y atiende las servicios y demandas de los ciudadanos, a la vez que expresó el respeto ante el retraso en la convocatoria de la sesión de investidura de Alfonso Fernández Mañueco, cuya competencia corresponde a las Cortes. También aseguró que se gestiona «con agilidad» los fondos europeos.
Por otro lado, Tudanca presentó una batería de medidas que, a su juicio, podría poner en marcha la Junta para hacer frente a las dificultades actuales al estilo de lo que han hecho otras autonomías. «Es prácticamente la única que no ha hecho nada», censuró, antes de alabar, eso sí, la labor del Gobierno central para gestionar algunos de todos los frentes que tiene abiertos. Ayudas «rápidas y urgentes» para que las familias más necesitadas puedan hacer frente a una factura energética y dirigidas a los trabajadores del campo para paliar la subida de los precios del carburante fueron algunas de sus propuestas, además de un plan para las empresas exportadoras que se están viendo afectadas por la guerra en Ucrania y el adelanto de las ayudas de la PAC a agricultores y ganaderos.
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