Tricefalia

Las primarias de los populares han demostrado una vez más que quién controla el aparato del partido tiene más opciones para ganar, que el candidato que suscita una mayor afección en medios de comunicación, el apoyo explícito y a la desesperada (¿necesario?) del vicepresidente y de otros miembros del consejo de gobierno de la Junta, y que además resulta simpático. Mañueco ha ganado y lo que a algunos ha sorprendido por goleada. En estas condiciones, ¿Silván querrá ser secretario del partido? En unas semanas conoceremos el significativo desenlace.

La victoria esperada, pese a los obstáculos de todos cuantos podían, conduce a una evidente bicefalia entre dos personas que se conocen y que no debería ocasionar desajustes. Los problemas, si los hubiere, no tendrán esa procedencia, sino los provenientes de una tricefalia, que tampoco provendrán de Silvia Clemente, que en las puertas se quedó de presentar su candidatura, frenada por el recado en forma de filtración de gastos incurridos por las Cortes desde que ella es Presidenta. El tercer vértice del triángulo podría ser el del siempre inquieto, ocurrente y movedor de alfiles, Santiago Juárez. Quieto no va a quedarse. ¿Con cuanto radio de acción? Acaso no demasiado, porque el nuevo presidente es sagaz y constante. Caminará con paso de elefante, apartando a cuantos no se alineen con sus estrategias, sabedor de que tiene tantos apoyos fuera de la Comunidad como enemigos dentro. ¿Tareas?, la primera, coser el partido, cohesionarlo y darle ese empuje para las siguientes elecciones, que quizás no sean autonómicas; la segunda reforzar el liderazgo, más entre votantes que militantes. Para conseguir estos logros necesita no distraerse con aquellos que les cuesta dejar de dar batallas.