Sanidad
Tres de cada diez médicos de 65 años solicitan a la Junta seguir en activo
Sanidad dio el visto bueno a 16 de las 55 peticiones registradas durante 2015
Es un asunto polémico, casi tabú. De hecho, entre los profesionales médicos pocos quieren hablar de su condición de «prorrogados» en el servicio activo una vez cumplidos los 65 años. Sea por un punto de coquetería, por aquello de no querer declarar la edad, o porque la decisión de que un facultativo se pueda mantener en su puesto de trabajo llegada la edad de jubilación depende, en definitiva, de la Consejería de Sanidad, lo cierto es que los sanitarios no son muy dados a hablar de este tema espinoso donde los haya y que llevó en 2012 a un importante número de médicos a denunciar a la Junta por haberles jubilado a la fuerza lo que, en algunos casos, acabó con la readmisión de los afectados previa sentencia favorable de la Justicia.
Lo cierto es que un fallo del Tribunal Supremo ha venido recientemente a poner un poco de orden en un asunto que sigue levantando ampollas, ya que avala la aplicación del Plan de Ordenación de Recursos Humanos -donde se incluye el llamado Plan de Jubilaciones- diseñado por Sacyl que supuso, además de dar la razón a la Consejería, acabar con la doctrina que obligaba a readmitir a los facultativos que recurrían su salida del sistema, al considerar que el gerente de un hospital no era competente para denegar su permanencia en el servicio activo una vez alcanzada la edad de jubilación. La sentencia insiste en que no se trata de un derecho, sino una posibilidad que la administración puede conceder en función de las necesidades. Con este pronunciamiento, la Junta entiende que el Tribunal interpreta que no existe un derecho a la prórroga en el servicio hasta los 70 años, sino sólo una mera facultad de solicitarla. Además, la norma no impone a la administración la obligación de otorgar la prórroga, sino que puede concederla por un periodo inferior, y condicionada a las necesidades apreciadas en sucesivos planes.
Sobre esta base y según los datos aportados por la Consejería de Sanidad, el 31 por ciento de los médicos de Sacyl que cumplen los 65 años solicitó el pasado año la prolongación del servicio activo. Así, si en 2015 se jubilaron un total de 188 médicos que trabajan en la Sanidad pública de Castilla y León, 55 pidieron prolongar su actividad laboral, una facultad que sólo puede autorizar el departamento de Sáez Aguado en función de una serie de criterios como son la existencia o no de facultativos que puedan ocupar la plaza que queda vacante y la relevancia de la labor que realiza el profesional desde el punto de vista de técnicas médicas y de investigación.
El número de facultativos que quiere prolongar el servicio no ha dejado de aumentar en los últimos tres años
De esta forma, aunque se superó el medio centenar de peticiones de continuidad, Sacyl sólo concedió en 2015 un total de 16 , a las que hay que sumar otras tantas en concepto de renovación de la prolongación ya autorizadas en años anteriores. En este último caso se presentaron 18 solicitudes. Son, en cualquier caso, cifras que en los últimos años han ido en aumento ya que en 2014 fueron 51 las peticiones realizadas por los médicos de la Sanidad Pública que alcanzaron los 65 años, de las cuales nueve fueron informadas de forma favorable, mientras que se aceptaron otras 17 renovaciones de las 27 que se reclamaron. En 2013 se registraron 48 peticiones, nueve de ellas con resultaron favorables, a las que hay que sumar las 32 que se confirmaron de años anteriores.
Quiénes pueden solicitar la prórroga
Esta posibilidad de prolongar el servicio activo está contemplada en el Plan de Ordenación de Recursos Humanos de Sacyl. Según la directora general de Profesionales de la Gerencia Regional de Salud, Concha Nafría Ramos, los sanitarios que desean continuar con su labor pueden solicitar la prórroga de su actividad laboral, petición que debe estar suficientemente motivada, ya que, en caso contrario, decae. También se puede reclamar cuando al profesional le faltan seis años de cotización para tener derecho a la prestación. En todos los casos, explica Nafría, es preceptivo un informe de los facultativos de salud laboral en el que se avala la capacitación física y psíquica del médico.
No existe un perfil claro de los facultativos que quieren seguir ejerciendo, si bien es cierto que es más frecuente en las especialidades médicas y menor en los médicos de familia, aunque siempre puede haber excepciones en las zonas rurales en las que no es posible encontrar un médico que quiera ejercer en ese lugar. Según la directora general, con la oferta pública de empleo para más de 1.000 médicos aprobada este año, se cubren el cien por cien de las jubilaciones de 2016 y del ejercicio anterior, ya que las previsiones de la Consejería apuntan a que 176 médicos cumplirán este año 65 años. De hecho, la llamada tasa de reposición que permite cubrir el cien por cien de las plazas que quedan vacantes, ya se puede aplicar en su totalidad, después de que el propio Ministerio de Hacienda impidiese realizar nuevas contrataciones por aquello de la reducción del gasto y, por lo tanto, del déficit, en los años más duros de la crisis. Bien es verdad que desde 2012 son muchas las plazas de médicos jubilados que han quedado vacantes y que, de momento, están sin cubrir.
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