Las cofradías vuelven a las calles: «Hay ganas de Semana Santa»

Tras dos años en blanco, hay «mucho ambiente e ilusión» para celebrar la Pasión «como si fuese la primera vez»

Sólo las mascarillas empañan la normalidad con la que los cofrades salen en las procesiones

La Hermandad del Santísimo Cristo del Espíritu abrió el viernes de Dolores los desfiles procesionales de Zamora ICAL

MONTSE SERRADOR

Domingo de Ramos. Tres vueltas ha tenido que dar el calendario para llegar a una jornada con la que oficialmente arrancan las celebraciones de la Semana Santa. Bien es verdad que ya desde el jueves salieron cofrades en algunas localidades de Castilla y León. Ese día, Zamora trasladó a su Nazareno de San Frontis, si bien fue el viernes cuando salieron las primeras procesiones, además de en esta ciudad, en otras como Valladolid (dos, aunque una no pudo completar el recorrido por la lluvia), León, Palencia, Segovia o Medina del Campo. Fueron los primeros actos de una Pasión postCovid, pero que se desarrollaron con total normalidad, de forma que sólo las mascarillas en los ciudadanos que contemplan los desfiles o las que llevan los cofrades sin capirote, los más pequeños y las ‘manolas’, delatan las precauciones que se mantienen frente al coronavirus.

Los hermanos en la fe ya están en la calle y, salvo que la lluvia lo impida, todo apunta a que procesionarán como cualquier otro año anterior a 2020 . Esa es la impresión de responsables de Juntas de Semana Santa de la Comunidad, aunque en algunas de ellas se ha optado por mantener medidas que ni siquiera son ya obligatorias. Es el caso de los test de antígenos entre los cargadores de pasos y los músicos de instrumentos de viento. En principio, la propia Consejería de Sanidad se había comprometido a facilitar la realización de estas pruebas, pero el último protocolo de la pandemia no incluye los cribados así que la Junta ha desistido de la medida y sólo excepcionalmente alguna cofradía, como en Zamora, la mantiene.

Más complicado será desfilar con la mascarilla debajo del capirote, como, en principio, obliga la norma, aunque hay hermandades que la consideran innecesaria, dado que la protección es más que suficiente con el citado elemento. Eso sí, todas han incorporado a la uniformidad los tapabocas como un elemento más que, además, deberá cumplir con las estrictas normas aplicadas a la vestimenta, de forma que se optará por las negras, mayoritariamente, las diseñadas por las cofradías o las que se han realizado expresamente con la tela del hábito.

Pocos Cambios

Las hermandades también han restringido en algunos casos las ‘sopas de ajo’ o degustaciones varias, que se realizan tras las procesiones . Así ha ocurrido en Valladolid, no así en Zamora donde se mantienen estas tradiciones o en León, localidades en las que no hay restricción alguna en este sentido. Es también en la capital vallisoletana donde se ha adoptado una polémica y muy criticada decisión como es que en la procesión de hoy, Domingo de Ramos, no desfilen niños que no pertenezcan a las cofradías, como ha ocurrido tradicionalmente. La Junta de Semana Santa justifica la medida en la petición realizada por el Ayuntamiento para reducir la aglomeración que se produce en la Calle Platerías, donde acaba el desfile.

Pero al margen de estas decisiones puntuales, lo que ya nadie duda es de que la Semana Santa de 2022 será «la más ilusionante» de cuantas se recuerdan. La prueba es que algunas hermandades han visto estos días, en los actos de imposición de medallas a los nuevos cofrades, cómo ha aumentado el número con respecto a otros años. Y es que la Pasión llega con una mezcla de «ilusión y nerviosismo», confiesa el presidente de la Junta Mayor de Semana Santa de León, Manuel Ángel Fernández Díez. Con la sensación de que las celebraciones se desarrollarán dentro de la normalidad, a excepción de la única nota discordante de la mascarilla, reconoce que «la gente tiene muchas ganas de procesiones». Tal es así que «hay hasta nerviosismo, como si se tratase de la primera vez, con ese cosquilleo en el estómago de cuando éramos niños». Recuerda que han sido tres años «sin ponerte una túnica» así que es comprensible que para todos esta sea una Pasión «muy especial». Algo que también se da en la ciudad donde se percibe «más ambiente que en otras ocasiones porque está deseosa de Semana Santa».

También el presidente de la Junta de Cofradías de Valladolid, Isaías Martínez, afirma que «no cabe más ánimo entre los cofrades que tienen muchas ganas de salir a la calle ». Explica, además, que ya en las semanas previas en las que se multiplican las celebraciones litúrgicas, se ha notado una mayor asistencia de fieles en las iglesias que en años anteriores a la pandemia. «La gente está involucrada, hay ambiente», afirma. En esta ciudad, una campaña impulsada en redes sociales por los propios ‘capillitas’, con el título «Cofrade, vuelve a la calle» anima a participar en «esta semana del reencuentro».

Para la presidenta de la Junta Pro Semana Santa de Zamora, Isabel García Prieto, la Pasión de 2022 llega «con mucha ilusión y con la esperanza de que el tiempo acompañe», puntualiza. No obstante, asegura que «hay que mantener la prudencia pero serán unas celebraciones «prácticamente normales, con las misma organización que dejamos en el 2019» y, sobre todo, «recordando a los que nos han dejado durante la pandemia y a los que sufren en la cruenta guerra de Ucrania».

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