Transparencia

La aproximación PP, PSOE ha producido un ataque de cuernos a C’s y un descomunal enfado a Podemos, que no ha ido a mayores porque como los partidos de la casta o de las élites (la palabra de moda) ya están en la tarea de los navajazos por el poder (y el sueldo). Silentes permanecen los sanchistas de Barataria y en la región ni Tudanca, ni Puente, ni demás correligionarios han rechistado (¿tan mal lo ven ya?). Los partidos veteranos saben cómo achicar espacios a los noveles y no cejarán en esta tarea. La consecución de este objetivo dependerá de la capacidad de reacción de C’s y Podemos, que cuentan con masa crítica de potenciales votantes, que se les alejan por impericia o ambiciones personales.

Los de Rivera se deshinchan en Castilla y León: cada semana se asemejan más a los populares y su papel empieza a ser transparente. El tiempo empieza contar en su contra y esperar al congreso nacional de febrero supondría una dejación. Fuentes no es un líder y la dirección regional del partido no da más de sí en un territorio donde podrían alcanzar buenos resultados por la configuración sociológica y el agotamiento del PP. Pero, para dar un vuelco, deberían realizar autocrítica en tres campos: la comunicación, porque algún acuerdo han arrancado a los populares, pero lo venden tan mal que al final la Junta se anota el tanto; la implantación rural, en el campo carecen de estructura y la sufrida tarea de pisar tierra resulta vital; los cuadros dirigentes, militantes y simpatizantes: necesitan profesionales de prestigio, liberales, conocedores e implicados con la región. Los Ciudadanos de Castilla y León no perciben estas deficiencias, pero la dirección nacional debería buscar con urgencia mimbres para un nuevo cesto.