Todos a urna

Mientras el verano clarea en despedida, páramo arriba, nos han metido la Navidad por adelantado con esta política de circo y sin empezar septiembre. Quedan cuatro tardes de piscina y votar en Navidad es la última ocurrencia de Mariano. Y el último ataque de dignidad de Pedro Sánchez.

Es agosto y hablan de diciembre y nos mangonean las fiestas. Es agosto y a la solana de un pueblo salmantino cien vecinos cabreados, con su alcalde a la cabeza, se han declarado en rebeldía en caso de que haya terceras elecciones. Han aprobado no formar mesas electorales en el supuesto de que toque volver a las urnas 25 de diciembre. «Fun, fun, fun.» Y a mí me parece un detalle con las suegras del pueblo que andan ya pensando en para cuantos hay que hacer la compra de la comida de ese día.

«Si hay que votar el 25 de diciembre sería una falta de respeto a los ciudadanos» sentenció el alcalde. Y Tabera de Abajo no será Fuenteovejuna pero viene a ser la anécdota del pensamiento general en estos días. Con gobierno del PP para más datos.

«Aunque tengo menos ganas de aguantar al cuñado que de ser suplente de mesa esto ya es una cuestión de orgullo», decía el otro día un hombre en mi pueblo. La política y sus instituciones estaban para servir al conjunto de la sociedad. Pero llevamos un tiempo donde lo mismo te dan el 25 de diciembre que los Santos Inocentes. Los de Ciudadanos lo quieren solucionar ahora en 48 horas con un ultimátum y sin que les sigan cuadrando los votos.

Hay un réquiem de Cigueñas que crotoran su adiós desde lo alto. Agosto, de niño, era más largo. Ahora son dos tardes que resisten al otoño. Pero habrá verano el año próximo. Gobierno es otra historia.