Tiempo de berrea, el ritual del amor

El final del verano en la sierra de La Culebra y los montes de Sanabria marca la llamada de la vida de los ciervos, un espectáculo único

La berrea se ha convertido en un reclamo turístico que atrae cada año a muchos visitantes PABLO ANDRÉS

Ana Pedrero

Entre dos luces, al amanecer y cuando cae el sol, la Sierra de La Culebra y las montañas de Sanabria, en las comarcas de Aliste, Sanabria y La Carballeda, en Zamora, adquieren un tinte mágico, misterioso, con la llegada de las primeras nieblas y el fin del cálido y seco verano. Sus parajes son entonces testigos de la berrea, la llamada de amor entre los ciervos, que garantiza la perpetuidad de la sangre , de la especie.

Cuando el otoño llama a las puertas en las sierras y bosques zamoranos, coincidiendo con el final de septiembre, llega el ritual de los ciervos, en el que los machos emiten un peculiar y profundo sonido gutural para marcar territorio y luchan entre sí para atraer a las hembras . Es la berrea, también conocida como brama; el milagro de la vida que se repite cada año en el ocaso del estío, en la época de apareamiento de los machos, que puede durar entre veinte y veintiséis días.

El tiempo de la berrea marca la única época de actividad sexual de los ciervos en todo el año ; es por ello que los machos braman desesperados por atraer al mayor número de hembras en una franja horaria que se extiende durante dos horas antes de amanecer, cuando el cielo comienza a clarear, o durante las dos horas que siguen al ocaso. Dicen las gentes que conocen bien el monte que ellas, las ciervas, prefieren a los machos con voz muy ronca; de ahí que todos echen los restos en berrear con todo su empeño, alto y fuerte, para dar rienda suelta al torrente de amor y feromonas que inunda la sierra.

En este ritual de cortejo y apareamiento no falta el componente territorial ni las peleas por una misma hembra, por lo que además del berrido gutural que emiten los machos, si el espectador afina el oído puede reconocer el choque de cuernas cuando dos animales entran en lid por su dama, otro de los sonidos que ilustran esta maravilla natural.

Atractivo turístico

La berrea se ha convertido en un atractivo más para los amantes de la naturaleza, el turismo de observación y del ecoturismo, uno de los grandes recursos que ofrece la provincia zamorana -con un notable auge ahora que el mundo vuelve la vista al medio natural en época de pandemia- para presenciar un fenómeno único que sobrecoge por su intensidad y singularidad y que permite observar espectaculares ejemplares en majestad, en su hábitat natural, durante el cortejo, asomando sus cornamentas entre los robles y el monte bajo. Otras veces, en cambio, resulta más difícil avistar a los animales, pero la sinfonía de la berrea toma toda la sierra , como una llamada telúrica de la especie para la supervivencia.

Durante la berrea, los machos se vuelven muy territoriales y celosos de sus hembras , incluso agresivos, por lo que puede resultar peligroso un excesivo acercamiento. Es necesario armarse de paciencia, prudencia y un profundo respeto por lo que estamos viviendo para no molestar a la fauna en su ritual, como quien aguarda en silencio la llegada de un milagro.

Además de empresas especializadas que realizan y asesoran sobre este tipo de rutas por la naturaleza, desde la Oficina de Turismo de Villardeciervos han editado una guía que incluye consejos, ubicaciones y comportamientos para presenciar la berrea en la zona de La Culebra sin alterar ni molestar a la fauna.

La publicación, que ofrece cuatro enclaves para presenciar una berrea segura siguiendo los consejos de los agentes medioambientales y celadores, aconseja mantener distancias y disfrutar del espectáculo de poder escucharlos y sentir su presencia desde el atardecer, pasando por toda la noche y parte de la mañana, a la vez que advierte del peligro real de accidente al tratarse de época de caza, ya que en los montes y cotos puede haber cazadores, por lo que es mejor asesorarse sobre los enclaves libres de este riesgo.

Para una experiencia óptima, además de ir provistos con prismáticos, desde la Oficina de Turismo aconsejan llevar siempre encima un móvil con batería cargada y llamar al 112 y mandar ubicación ante una situación urgente.

Al anochecer

También es importante recordar el respeto al medio y a los animales, evitando grupos numerosos o vehículos a gran velocidad que puedan alterarlos. La mera contemplación del paisaje bien merece por sí una visita; el cántico de la Sierra, la luz naranja del crepúsculo, la naturaleza perfecta y sabia; el aire frío azotando en el rostro, la paz que inunda aquellos parajes, son el mejor preámbulo para la espera paciente y en silencio. Pronto, cuando caiga el sol, comenzará a resonar entre los árboles el berrido de los ciervos. Es la llamada de la vida, que siempre se abre paso.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación