Teresa universal

La elevada afluencia de visitantes a la última edición de Las Edades del Hombre, centrada en la figura de Teresa de Jesús con motivo del quinto centenario de su nacimiento, confirma el interés que la reformadora del Carmelo suscita entre nosotros y entre turistas llegados de destinos lejanos. Algo más de 400.000 visitantes han pasado por las sedes de Ávila y Alba de Tormes atraídos por su arrolladora personalidad. Por algo, sus obras en prosa sencilla y clara están traducidas a numerosos idiomas, incluidos el árabe y el chino.

Los nueve cenobios fundados a lo largo de su vida en Castilla y León -del total de diecisiete por España- conforman un atractivo itinerario que permanece ahí todos los días del año, un reclamo de primer orden en el universo teresiano al alcance de cualquiera. Como también lo está la visita al monasterio de los carmelitas descalzos de Segovia, donde reposan los restos de San Juan de la Cruz, su confesor, estrecho colaborador en la empresa y autor de algunas de las más hermosas estrofas escritas en nuestra lengua.

En el globalizado mundo del siglo XXI, la valerosa monja andariega vuelve a estar de actualidad. El Museo Nacional de Escultura de Valladolid acogerá desde la próxima semana una original muestra de arte contemporáneo con obras inspiradas en la santa. No se trata sólo de la conmemoración de su nacimiento, sino de la vigencia de su mensaje religioso. Hallar a Dios en los pucheros de la existencia cotidiana, morar un castillo interior de espiritualidad y, cómo no, apostar por la paciencia que todo lo alcanza frente a las prisas y la visión cortoplacista que se han impuesto en nuestra época. El trabajo constante, vocacional y a conciencia frente al rendimiento inmediato. La probidad frente al pelotazo. La franqueza ante tanto artificio... Nada te turbe.