Antonio Piedra - No somos nadie

Ni el Tato

«A Puigdemont le han dado en Marruecos una patada independiente en el culo (...) y sin ánimo de lucro que es lo más lamentable en un catalán que siempre pone el cazo»

Antonio Piedra

Desde Castilla y León sabemos bien lo que es el independentismo catalán en su esencia más prístina y arrebatadora: acoso, desvergüenza, latrocinio y golpismo esparcidos por una misma manguera. Pero en este caso, y perdonen el tecnicismo, se trata de una «manga boba». Así se denomina en corte y confección a lo esencial del mangoneo que no tiene ni puño ni ajustes ni patrón. O sea, lo que ha cosido y sujetado el Misterio de Cultura -primero a iniciativa del falso leonés Zapatero -, y que ahora, para más inri, rige el diputado cunero por Palencia, el señor Méndez de Vigo y de las Caracas zapateriles&bolivarianas. Me refiero a algo tan inocente e incruento como el Archivo de Salamanca .

Sólo en Siria, o en Afganistán con la voladura de las esculturas de Bamiyan, hemos asistido en directo a una acción tan salvaje contra el legado cultural de los pueblos. A favor de talibanes y yihadistas hay que señalar que esas acciones criminales, culturalmente hablando, sólo se explican en el contexto de una guerra cruenta y de eliminación al estilo nazi-comunistoide de la historia. Lo del Archivo de Salamanca, con todas las legalidades, pero en contra del derecho de los pueblos, no tiene paliativo alguno. Se trata de una acción violenta en tiempos de paz que avergüenza a la UNESCO, a España, a los gobiernos del PSOE y del PP juntos, a la clase política española, y a esa parte babosa y perruna del funcionariado que se presta al mangoneo de los políticos para acallar y contentar al independentismo catalán. Puro mamoneo legal y sostenible.

Pero cosas veredes, Mío Cid. Ayer sábado, nos enteramos en la Meseta que a Puigdemont le han dado en Marruecos una patada independiente en el culo , y se lo han puesto, además, cara a Cuenca y sin ánimo de lucro que es lo más lamentable en un catalán que siempre pone el cazo. Ya no le recibe ni el Tato , que es el colmo de la insolvencia planetaria. Me refiero al célebre torero del XIX, Antonio Sánchez, que aún sin piernas quería torear, y llegó al ridículo más estruendoso presentándose en todas las plazas con muletas y pidiendo las dos orejas y el rabo. Puigdemont lo mismo: pide y pide pero ni el Tato lo recibe.

Únicamente lo acogen en Venezuela como propio, en donde un tirano, llamado Maduro -ladrón, incompetente, asesino, loco menesteroso, imbécil de la bocamanga al coturno, tercermundista sin causa, vocinglero de fauna golpista, totalitario de origen, braguetero sin nada que sostener, y dictador de profundidades infectas-, es capaz de envolverse en la bandera del separatismo catalán más odioso , falsario y rencoroso que ha conocido la historia de España. Con estas credenciales es imposible aspirar a ninguna independencia. Es más, si no viviera en España, sería dificilísimo que presidiera una Autonomía con cierta dignidad. Simple cuestión de tragaderas.

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