José Luis Martín - En las cañerías

La tarea de Mañueco y Herrera

«Ambos deberán demostrar, con hechos y no sólo con palabras, que la temida bicefalia no va a ser tan terrible como la pintan»

José Luis Martín

¿Cómo una organización política aparentemente en calma ha conseguido en tan sólo siete días tensionarse y profundizar tanto en sus propias heridas? Las primarias del PP en Castilla y León llegaron sin previo aviso, de golpe y porrazo, y sin un solo preparativo. Si bien la guerra entre provincias , las distintas corrientes en el seno de la formación popular, e incluso los rifirrafes con la Junta siempre han existido, muy pocas veces se habían hecho públicos. Todo estaba soterrado y nadie se atrevía a dar un paso en falso, al menos con luz y taquígrafos . Sin embargo, este inédito proceso de elección de candidatos ha sacado a la luz muchas vergüenzas y demasiados errores. Hay quien culpa al presidente Juan Vicente Herrera de llevar al partido a la terrible disyuntiva de tener que elegir entre «papá y mamá», además de por su tardanza en decidirse; otros arremeten contra los propios candidatos por no haber sido capaces de consensuar una candidatura conjunta ; y muy molestas están también las provincias con lo ocurrido en León, donde se ha llegado a acusar al Comité Organizador del Congreso de «pucherazo» , cuando a todas luces se ha demostrado que lo que se pretendía era precisamente evitarlo. A esto hay que sumar la salida en tromba de los consejeros de la Junta en favor de Silván, a pesar de que Herrera anunció que iba a ser exquisito y a mantenerse «neutral».

Como colofón, las últimas horas de esta breve pero intensísima campaña fueron como la erupción de un volcán. El PP de León y su presidente provincial, Eduardo Fernández, se lo tienen que hacer mirar. Intentos de aumentar el número de inscritos sin ningún control, un censo más que inflado y críticas y más críticas del candidato Silván a los límites a la participación. Pero todo ello sirvió de muy poco tras la visita que Herrera realizó el jueves la sede regional del PP en Valladolid, donde pudo ver los datos puros y duros y también ciertas maniobras. Dos horas tensas de reunión que permitieron que el presidente saliera de allí convencido y se cerrara de un plumazo la polémica. Todos a «acatar» el censo y no provocar más fuegos. Aunque quizá era ya demasiado tarde para algunos...

El caso es que el 1 de abril está a la vuelta de la esquina y si el partido no quiere llegar además de tocado, hundido, a partir de este mismo momento el nuevo presidente del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco , y el propio Herrera tienen ante sí una labor titánica. Con dos frentes muy claros. El primero, restañar las heridas causadas durante las primarias. Ambos cuentan en su haber con una dilatada experiencia en resolver conflictos y en lograr consensos , aunque el actual supera a cualquier otro, polémica de las cajas de ahorro incluida. Afecta a todos, partido regional, provinciales, Gobierno autonómico… Como se dice en estos casos, tendrán que coser, coser y coser, pero hilando fino y con dedal, no vayan a sangrar. Eso sí, conviene no olvidar que, a la vista de los resultados del viernes, el «herido» tampoco es que esté abierto en canal.

Por otro lado, esos mismos datos evidencian que ninguna de las dos partes va a asumir con facilidad ese pacto de integración del que todos hablan pero nadie ha llegado a confirmar. En cuanto al segundo frente, de nuevo Herrera y Mañueco deberán demostrar, con hechos y no sólo con palabras, que la temida bicefalia no va a ser tan terrible como la pintan. De nuevo, condenados a entenderse por el bien de la Comunidad. El tiempo dirá si son capaces.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación