Ignacio Miranda - Por mi vereda
Un tacatá para pillar cacho
«Acaba de empezar el intercambio de cromos, el chalaneo entre tratantes que permutan alcaldías e incluso presidencias de Diputación, los que otrora censuraban su existencia»
![Un tacatá para pillar cacho](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2019/06/15/debate-U30892452338ChD--1248x698@abc.jpg)
Cuando nos fallan las piernas, por nuestra naturaleza bípeda, los humanos necesitamos un apoyo adicional sobre el suelo para permanecer erguidos, al caminar o en estación. Entonces nos ayudamos del bastón clásico, la muleta para personas convalecientes, el cayado de pastor, el bordón del peregrino jacobeo... Incluso simbólicamente el báculo del obispo. Ya para casos más graves, cuando la persona carece de fuerzas y equilibrio, o el niño empieza a andar, se recurre al tacatá, sobre el que uno descansa todo el peso del cuerpo para ganar estabilidad.
Y ahora comprobamos, con notable asombro, lo útil de este artilugio en política para permitir la gobernabilidad.
Francisco Igea ha estado meses con el mantra de la regeneración para abrir un nuevo horizonte en Castilla y León, mensaje repetido mañana, tarde y noche por activa y por pasiva. Hizo concebir esperanzas respecto a otra manera de gestionar lo público, alejada de «la soberbia y el clientelismo» fruto de tres décadas del PP en el poder. Un perfil de hombre con convicciones apegado a la realidad, que habla claro. Pero todo ha quedado en una ensoñación . Pura quimera. Acaba de empezar el intercambio de cromos, el chalaneo entre tratantes que permutan alcaldías e incluso presidencias de Diputación, los que otrora censuraban su existencia.
Fernández Mañueco advertía del riesgo de que pactaran con el PSOE, pero ha hecho suyo el salmo: «Rivera, ven en mi auxilio; Paco, dáte prisa en socorrerme» . Y ahí ha estado raudo el médico vallisoletano para hacer de tacatá del PP renqueante con los peores resultados conocidos en Castilla y León, cuando un sector de Ciudadanos rechazaba ser la «muleta» de la formación de la gaviota. Esta semana ha avanzado el acuerdo con la presencia del supervisor nacional de pactos, José María Espejo-Saavedra , que no sabemos hasta qué punto distingue Lerma de Villanueva y la Geltrú. Porque a su airoso edecán Villegas le reserva Albert para ocasiones más señaladas. Los vicios de la vieja política a la hora de pillar cacho abortan el proyecto liberal y reformista de Cs. Aunque, quizás, nunca ha existido entre tanta impostura de marketing político, discurso volátil y liderazgo veleidoso.