Fernando Conde - Al pairo
Sociología de CyL
«Quizá uno de los datos más llamativos sea el del maltrato que perciben todos los sorianos por parte de su Junta. Aquí la cifra (uno de cada tres) debería hacer pensar a los vertebradores territoriales»
El barómetro Socyl arroja interesantes conclusiones sobre lo que somos y percibimos los castellano y leoneses. Entre otras cosas, de los datos se desprende que siente más el terreno como suyo un lugareño de Amusquillo que un residente en Valladolid capital (el carácter global del estudio no permite contrastar si con Santa Olaja de la Varga y la ciudad de León ocurre lo mismo). Quizá la explicación más plausible esté en la despersonalización dinámica que sufren las urbes frente al tancredismo intemporal de los pueblos. En las ciudades la globalización es un proceso que poco a poco ha ido homogeneizándolas hasta convertir a las unas en clones de las otras, lo que acaba provocando un desapego hacia lo propio, lo diferencial. En cambio, en los pueblos de menos de 10.000 habitantes, que en Castilla y León son 99 de cada 100, esa homogeneización o no existe o es muy laxa, lo que redunda en la preservación de unas señas de identidad y pertenencia mucho más marcadas.
Pero el estudio también pone negro sobre blanco algunas otras cuestiones de interés. Por ejemplo que, en opinión general, el desempleo nos preocupa cuatro veces más -independientemente de dónde vivamos- que la desafección política o ese perejil de todas las salsas que es la corrupción en nuestros días; o que en el medio rural y en buena lógica, el réquiem se canta por la precariedad de servicios sanitarios y educativos, y por la despoblación galopante. Pero quizá uno de los datos más llamativos sea el del maltrato que perciben todos los sorianos por parte de su Junta. Aquí la cifra (uno de cada tres) debería hacer pensar a los vertebradores territoriales que algo se viene haciendo mal o muy mal, desde hace tiempo, para con la tierra de Alvargonzález. Y eso a la postre puede provocar que el sentimiento de pertenencia se agote y se agoste, igual en Castilfrío de la Sierra que en Soria capital.