POLÍTICA
Sobre su futuro: «No digo un 'no' rotundo a dar el salto al Ejecutivo
Descarta ser candidato en Valladolid y dice tener mucha ilusión en su actual cargo
-Es joven, pero lleva casi 20 años en política. ¿Eso es un lastre?
-Si me hubiera dedicado exclusivamente a la política, sería un lastre. Siempre tuve claro que por encima de mi dedicación política soy abogado y he querido compatibilizar ambas cosas, hasta ahora. Lo importante es la ilusión.
-¿Y por qué ha estado tantos años en la segunda fila?
-Yo no he querido entrar en primera línea en política antes porque era muy joven y esto no es para toda la vida.
-Llegó a estar a punto de no salir como procurador hace dos legislaturas tras colocarle su partido muy atrás en la lista...
-Cuando me propusieron no me preguntaron y el día que me quiten tampoco espero que me pregunten. Yo nunca exijo nada.
-Con Mañueco como presidente ha dado el salto a la portavocía. ¿Es usted más mañuequista que herrerista?
-Estoy ahí porque me lo pidió Mañueco y estoy encantado de trabajar con él. Soy mañuequista, herrerista, soy de Mariano Rajoy. Estoy donde quiero estar.
-La gran duda de las municipales es quién será el candidato/a en Valladolid. El nombre que más suena es Jesús Julio Carnero. ¿Es el que más posibilidades tiene?
-Es un valor seguro del PP. Sería un buen candidato, pero también hay otros.
-¿Usted?
-No, yo no, así de rotundo. Ni me considero bueno para ello ni tengo esa vocación municipalista para ser candidato.
-¿Le gustaría después de tantos años en las Cortes dar el salto al Ejecutivo autonómico?
-En estos momentos le diría que no, pero no soy tan rotundo como en el tema municipal.
-Es de los procuradores más jóvenes del PP. ¿Eso es renovar? ¿Dónde está la generación que ahora tiene 20 ó 30 años?
-Porque hay gente muy buena que ha mantenido la ilusión, pero también hay cantera, sobre todo, en la política municipal. Defiendo que los jóvenes entren, pero no defiendo cuotas.
-Pero es que actualmente no hay ni cuotas, no existen...
-Yo entré con 26 años y otros más.
-Pero eso era antes...
-En los últimos años ha habido una generación muy solida que ha impedido involuntariamente que entrara gente nueva.
-Vive entre España e Italia por motivos familiares. ¿Algún paralelismo político?
-No. Pensé que los había, pero no tienen nada que ver. Allí no hay vinculación de partido, ni arraigo ideológico. Es todo muy diferente.