José Luis Martín - En las cañerías
Sin efectismos
«A Juan Vicente Herrera no le gusta el «efectismo» tan de moda últimamente. Él es más de ese estilo clásico de comunicar y hacer política que tan buenos resultados le ha dado durante todo su mandato»
A Juan Vicente Herrera no le gusta el «efectismo» tan de moda últimamente. Él es más de ese estilo clásico de comunicar y hacer política que tan buenos resultados le ha dado durante todo su mandato. Las nuevas y modernas formas de llegar a la gente, como eso de inmortalizar las manicuras vía cuenta institucional, mejor para los que vengan detrás. Ni tiene cuenta de Twitter, ni Facebook ni le gusta hacerse fotos personales en la escalinata del Colegio de la Asunción -sede de la Junta-. Herrera tiene un estilo propio que poco o nada ha evolucionado en estos últimos 17 años de gobierno. Ayer lo volvimos a comprobar. Primera intervención: plana, con un excesivo uso de cifras y de informes estadísticos consejería por consejería. Le faltó el alma que sí que pone, incluso, en la nunca nada fácil presentación de los presupuestos de la Comunidad. Pero es que en ese primer momento Herrera estaba en modo institucional.
Segunda intervención: el debate y cara a cara con la oposición. Por fin salió a la tribuna de oradores el Herrera locuaz y rápido en el ataque. Y lo hizo mucho más tranquilo que otras veces. Es lo que tiene protagonizar 13 debates y enfrentarse ya al quinto portavoz socialista. Es cierto que Herrera se va, pero ayer no quiso que su intervención sonara a despedida.
Por su parte, Luis Tudanca centró su intervención en cargar contra la corrupción del PP, sin darse cuenta de que el presidente ya no ocupa cargo en su partido. Tan contumaz fue el socialista con este manido tema que el presidente tiró de otros datos: la diferencia de votos que le ha sacado al PSOE en cada contienda electoral.
Pese a que Herrera no le afectaron demasiado las duras críticas de los socialistas ni del resto de la oposición, lo que sí es cierto es que el debate parlamentario de ayer fue el primer paso de Tudanca para ese intento suyo de «asaltar» la Junta. Por fin parece que se lo creen y así lo demostraron en el hemiciclo, con el gran número de parlamentarios nacionales y cargos institucionales y de partido que acudieron a arropar a su líder (un efectismo más). Por el contrario, el PP movilizó muy poco o nada a su propia gente, pese a que, se quiera incidir en ello o no, fuera el último Debate de la Región de Herrera. Auque, por otra parte, tampoco es que fuera necesario.