Se sientan en el banquillo los dueños del perro Cooper, con cuyo cadáver convivieron meses en la cocina
Las acusaciones piden hasta tres años y ocho meses de cárcel para un matrimonio de Valladolid por la muerte del cachorro
Su historia parecía haber encontrado un final feliz. Sin embargo, su desenlace fue todo lo contrario. Cooper, era un cachorro de una perra que vivía en la calle y al que una protectora acogió hasta encontrar un hogar en marzo de 2018. Cuando tenía seis meses, un matrimonio con una hija le adoptó para darle una presunta vida de mimos y caricias, pero en verdad esa casa fue su peor pesadilla . El maltrato acabaría presuntamente cavando su tumba en la cocina de ese piso, la misma en la que ya cadáver permaneció meses bajo unas mantas, mientras sus dueños seguían haciendo vida normal a su alrededor. Este jueves, la pareja se sienta en el banquillo de los acusados en el juicio por la muerte del can que acoge el Juzgado de lo Penal número 2 de Valladolid, por la que se enfrentan a hasta tres años y ocho meses de prisión que piden para ellos dos protectoras.
La familia había pasado todos los filtros de la protectora Defaniva, pero pasados unos meses, en agosto, tras no tener noticias de la familia ni haber visto al perro por las calles de Santovenia del Pisuerga, el pueblo en el que vivían, se acercaron a la localidad y vieron a la madre y a la niña. Las preguntaron por Cooper y la pequeña acabó diciendo que el perro estaba muerto en casa. Subieron con ellas y le encontraron prácticamente esquleto con un gran trapo en la boca, cubierto por mantas e insectos , lo que hacía calcular que llevaba tres meses muerto, según han explicado desde la asociación.
La Fiscalía sólo inculpa al padre por la muerte de Cooper. Le acusa de un delito continuado de maltrato animal y solicita para él un año de prisión, así como tres de inhabilitación para el ejercicio de cualquier profesión relacionada con animales.
Por su parte, las asociaciones Libera y Defaniva, que ejercer la acusación popular apuntan a los dos miembros de matrimonio, al entender que la mujer conoció y encubrió la tortura que sufrió el can. Así, para los dos, reclaman hasta tres años y ocho meses de cárcel como condena por la muerte de Cooper por el mismo delito que señala la Fiscalía, al que suman otro de maltrato con resultado de muerte con el agravante de abuso de superioridad. Además, una de estas asociaciones solicitó en fase de instrucción que se investigara también un posible maltrato a la menor por haber vivido esa situación, pero fue denegada por el juzgado.
Noticias relacionadas