Fernando Conde - Al pairo
Showjueces
«Uno se pregunta si, con sus actuaciones, no conculcan de alguna forma principios axiales de la justicia como la presunción de inocencia o el 'in dubio, pro reo'»
La justicia en España a veces asusta, o por mejor decirlo, la forma de proceder de algunos representantes del tercer poder. La gran mayoría de los jueces son personas que, tras superar una dura oposición, tratan de honrar a Montesquieu cada día. La pasada semana saltaba a la fama el nombre de Juan Carlos Mompó, titular de un juzgado de Primera Instancia en Valencia, a quien el Consejo General del Poder Judicial ha premiado por su eficacia y buen hacer. El suyo es un caso ejemplar, de esos que invitan a pensar que todavía hay razones para confiar en la justicia. Pero frente a él y a la discreción laboriosa de su quehacer, se encuentran esos otros jueces que han convertido su profesión en un gran reality show. Esos jueces que, valiéndose de los instrumentos que la ley pone en sus manos, convierten las intervenciones judiciales en auténticos espectáculos mediáticos. Los hemos visto actuar ya en varias ocasiones y acabamos de verlos en su salsa en el caso del alcalde de Granada.
Sin entrar a valorar si hay fundamentos para detener a ese hombre y al resto de investigados -que los habrá-, la pregunta es si resulta imprescindible montar todo un circo a primera hora de la mañana, en el lugar de trabajo y con una legión de policías armados hasta los dientes, sirenas, algarabía y alarma social para poner a disposición judicial a alguien. Se supone que algo más que simples sospechas habrá para actuar de esta forma, pero se trata de un proceder que, desde el punto de vista de la opinión pública, se presenta ya como una condena tácita, sin que haya mediado aún ni vista ni juicio. Uno se pregunta qué piensan la mayoría de juristas sobre estos «showjueces» y si, con sus actuaciones, no conculcan de alguna forma principios axiales de la justicia como la presunción de inocencia o el «in dubio, pro reo». ¿Cómo lo ven?