Así será la Ebau 2020 en Castilla y León: mascarillas y 53 sedes para la prueba más atípica y concurrida

Alrededor de 11.000 estudiantes, un 27 por ciento más que el año pasado, comenzarán este miércoles unos exámenes en los que esperan que la pandemia del coronavirus y la suspensión de clases no les pase factura

Alumnos del Instituto Julián Marías de Valladolid, unos de los pocos que han optado por volver a clase para prepararse para la prueba HERAS

M. ANTOLÍN

Siempre hay nervios entre los estudiantes cuando llega el momento de enfrentarse a la prueba de acceso a la universidad, antes denominada Selectividad, ahora EBAU. Pero este año, a eso se le suma el uso obligatorio de mascarillas y que deben extremar las medidas de seguridad frente al Covid-19 . Así que la inquietud y el temor para enfrentarse a unos exámenes que comienzan mañana y que son decisivos para el futuro son aún mayores que en años anteriores. Y es que, en un curso que debería haber servido para preparar a conciencia la prueba, la llegada del coronavirus obligó a suspender la docencia presencial y las clases saltaron entonces al universo virtual. Estudiantes y profesores pasaron a verse solo a través de la pantalla, o ni eso, porque muchos se han comunicado únicamente a través de plataformas digitales o el correo electrónico.

Las clases continuaron como se pudo en ese formato, pero las rutinas cambiaron por completo. Hay quien logró seguir más o menos con el horario habitual, pero la mayoría de los estudiantes han tenido que organizarse su tiempo para sacar las asignaturas adelante. Y eso ha hecho que el curso haya sido «muy difícil», según algunos de los más de 11.000 estudiantes de 2º de Bachillerato que hasta el 3 de julio se enfrentarán a la EBAU en Castilla y León . Este año serán unos 2.000 más que en las ediciones anteriores. El sustancial aumento nada tiene que ver con que los profesores hayan levantado la mano con las notas, según explicó la consejera de Educación la semana pasada, sino con que «quizá» los alumnos más rezagados se han «aplicado más» en el periodo de confinamiento, mientras seguían con las clases desde casa.

Trabajo más autónomo

«El trabajo ha sido mucho más autónomo, no teníamos la ayuda de los profesores, aunque han estado pendientes», asegura Juan Collado, estudiante del instituto Julián Marías de Valladolid , que decidió volver a las aulas para preparar la prueba. Sólo estos alumnos han regresado a clase en Castilla y León y lo han hecho de forma voluntaria, inscribiéndose en aquellas asignaturas que quisieran repasar. Las sesiones finalizaron la semana pasada. «Al final ha habido buenas notas, teniendo en cuenta lo que podía haber sido. Todos hemos puesto de nuestra parte para que esto saliera bien», asegura el estudiante, que deberá afanarse en la prueba porque le gustaría poder matricularse en una de las titulaciones con mayor nota de corte: el doble grado en Matemáticas y Física. Necesita un 13,5 para poder entrar.

Las circunstancias que han marcado el final del curso han influido en la EBAU . Este año habrá más optatividad para que los alumnos no se vean perjudicados , es decir, que se intentará que se pueda escoger entre contenidos que se han abordado en clase y los que no, pero también en cómo tendrán que enfrentarse los estudiantes al examen en las 53 sedes habilitadas. No sólo tendrán que llevar consigo la mascarilla, además, se lavarán las manos al entrar con gel hidroalcóholico, deberán depositar sus pertenencias en una bolsa de plástico, no podrán compartir ningún material y entre ellos habrá más distancia. Todo está preparado para velar por la seguridad de los aspirantes. En León, incluso, la Policía Local se encargará de vigilar el tráfico para evitar aglomeraciones.

«Esperamos que también haya más flexibilidad a la hora de corregir», asegura Juan. Su compañera de instituto Teresa García cree que la enseñanza durante el confinamiento ha sido «rara». «Hemos trabajado un montón y los profesores también se han esforzado, porque incluso los que no estaban al día en nuevas tecnologías se han adaptado», explica. Con la aspiración de poder matricularse en Educación Infantil, también ha vuelto a clase durante los últimos días. «Así es mucho mejor, es todo mucho más rápido y estar con mis compañeros me motiva más», considera.

También ha regresado Inés Sáiz, alumna del colegio San Pedro y San Felices de Burgos porque el refuerzo «viene muy bien» a las puertas de los exámenes y después de un tercer trimestre en el que al principio la organización «fue un poco difícil». Con el paso de los días todo se fue adaptando y pudieron «avanzar» en un temario que ya tenían prácticamente completado. Eso sí, pese a tener clases a distancia de las diferentes asignaturas, la organización del tiempo corría a cargo de los alumnos. «A mí no me ha costado, pero sé que hay compañeros a los que sí», relata. Ahora es el momento de enfrentarse a una prueba a la que sí tiene cierto temor. «Me calma el hecho de que vaya a haber más optatividad. Se agradece después de todo esto, pero tengo miedo sobre todo a controlar el tiempo», indica.

Otras regiones

«En estos tres meses hemos perdido el hábito a hacer exámenes», explica Inés, que debe obtener una buena nota -más o menos un 11 sobre 14- para poder acceder al Grado de Economía y Administración de Empresas en inglés. ¿Habrá de nuevo la desigualdad en las pruebas de las autonomías que ha criticado Castilla y León en los últimos años? En su opinión, sí. «Si a nosotros nos lo ponen más fácil, al resto también y las diferencias volverán a ser las mismas. Será más difícil aquí como siempre, además de que en algunas comunidades se permite que haya gente que se presente sin todas las asignaturas aprobadas», considera.

Al contrario, Antonio Sinova, alumno del colegio Safa Grial de Valladolid, no cree que vaya ser un examen más complicado. «Pienso que debería haber una EBAU única, pero también creo que los exámenes de otras autonomías estarán ajustados a lo que ellos han dado», considera. «Ha sido difícil concentrarse, tanto tiempo en casa se hace un poco cuesta arriba», explica sobre el final de curso, pero intentará afrontar la EBAU «como si fuera un año normal». «Seguiré los consejos de no ponerme nervioso y hacerlo lo mejor posible», indica este estudiante vallisoletano que ha decidido no regresar a clase y preparar los exámenes desde su casa. También necesitará una calificación alta en las pruebas para poder matricularse en la carrera de Medicina.

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