Agricultura
La sequía pone en «peligro» los cultivos y hace «imposible» una cosecha óptima
La escasez de lluvias al sur de la comunidad complica la siembra y dificulta la nascencia de los cereales
![La sequía pone en «peligro» los cultivos y hace «imposible» una cosecha óptima](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2015/12/28/riego-sequia-imagen--620x349.jpg)
En lugar de charcos y barros, polvo y más polvo, tierra seca y cuarteada por la deshidratación. Es la inusual imagen que presentan los campos de Castilla y León en pleno mes de diciembre. Si lo normal es que en esta época del año las nubes hayan cumplido con su función descargando lluvia e incluso nieve que moje el suelo, la estampa es otra bien distinta , especialmente en el sur de la Comunidad. La única manera de calmar la sed de parcelas y cultivos ha sido sacando otra vez los aperos de riegos. Eso sí, sólo en los lugares en los que es posible, pues sólo el 10 por ciento de la superficie cultivable es de regadío. Tubos, aspersores y cañones están casi a pleno rendimiento en esta recta final de año en un intento de los agricultores de salvar la cosecha de cereal, incluso antes de que empiece a brotar, y del regadío que resiste al invierno. Donde no es posible, los agricultores aguardan y pasan los días mirando a ver si las nubes son generosas y descargan su preciado elemento.
Han tenido que encender de nuevo los motores «¡para que nazca» la cebada y el trigo, exclaman sorprendidos, enojados e incrédulos con la situación. Lo hacen en un intento de no perder lo invertido en simiente y fitosanitarios, aunque también conscientes de que el gasoil o la electricidad que emplean en la irrigación incrementará los gastos y reducirá los posibles beneficios al hacer los cálculos de rendimiento allá por el verano. Algunos incluso, con el terreno tan duro, han tenido que regar para poder sembrar. Sin olvidar plagas normalmente inusuales en ésta época y con quien la climatología se ha aliado.
También hay quien, al sur de Castilla y León -especialmente en las provincias de Ávila, Salamanca, Segovia, Valladolid e incluso parte de Soria- ha tirado la toalla y ha descartado los tradicionales cereales -mayoritarios en el campo de Castilla y León- y optado por otros cultivos de siembra más tardía para ver si la meteorología se alía con ellos, o aguardan a que puedan sembrar. Eso sí, «por muy bien que se dé, va a ser una pérdida importante de la cosecha», advierte el líder de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, pues esos dos meses de retraso en la sementera acortarán el ciclo de la planta y será «imposible un año óptimo» para la cosecha. Existe un «peligro» de que «se pierda una parte importante» de lo sembrado por que no pueda nacer y de los que han llegado a brotar, ya que «se están secando», apunta también el presidente regional de Asaja, Donaciano Dujo.
Pérdidas
Por el momento, aseguran desde las organizaciones profesionales agrarias, «es muy difícil calcular» las pérdidas en los que son los principales cultivos de Castilla y León y que, por tanto, tienen un peso importante no sólo en los silos, sino también en el PIB (Producto Interior Bruto) regional.
Agarrado al clavo del optimismo que aún puede vislumbrarse, desde La Alianza UPA-COAG, Aurelio Pérez , confía en que pronto lleguen las lluvias y ayuden a la cosecha. « Hay tiempo para que pueda mejorar », señala. Eso sí, reconoce que las temperaturas menos frías del invierno hacen que la raíz se quede más en superficie y tenga mayor riesgo de morir en una próxima helada, sin olvidar que una primavera sin lluvias también puede «cortar el desarrollo vegetativo», que se seque antes y el gano tenga menos peso.
Que el campo está seco no es sólo una impresión . Echar un vistazo a los embalses lo demuestra. Si ya en verano se temía por el nivel del volumen de agua almacenada, las escasas o prácticamente nulas precipitaciones sobre todo al sur de la Comunidad no han ayudado a mejorar la situación. El volumen de agua almacenada en el conjunto de la cuenca se sitúa algo por debajo de la mitad, al 47,8 por ciento, más de diez puntos por debajo de como estaba hace un año (58,9) y algo menos que la media de los últimos diez años (48,7 por ciento). Eso sí, la situación es muy desigual en función del pantano en el que se reflejen los datos. Casi sin agua para mirarse, el palentino de Compuerto, en el sistema Carrión, con tan sólo 1,6 hectómetros cúbicos almacenados en un vaso con capacidad para 70, por lo que está al 2 por ciento. En Ávila, Las Cogotas también está sediento. El agua se queda en el 23% de sus límites. Y en Segovia, donde también hay restricciones de uso, el Pontón Alto acumula 2,5 hectómetros cuando hace un año estaba repleto, con sus 7,4 posibles.
Y para más pruebas, los datos de la Aemet (Agencia Estatal de Meteorología). El índice de precipitaciones si se echa la vista atrás un año dibuja puntos muy secos en Salamanca y secos en buena parte del mapa de la Comunidad.