Luis Jaramillo - Punto de vista
Secuelas del debate
«En el PSOE Son conscientes de que no sólo está en juego el liderazgo de Sánchez, sino también el de Tudanca»
El debate entre los cuatro candidatos no sólo puede influir sobre los votantes indecisos, sino que influye en el ánimo de los equipos de campaña de los partidos. Ayer todos analizaban el desarrollo del debate y sus consecuencias, aunque de cara a la galería ganó, en todos los casos, su candidato.
En el PP saben que Rajoy no perdió el debate, aguantó bien el todos contra él y por ello los líderes que visitan Castilla y León se dedican a mover al electorado desanimado o descontento. Las palabras de Herrera son transparentes a los afiliados y simpatizantes para que vayan a votar porque es una necesidad.
En Ciudadanos están muy satisfechos del papel de Rivera y por eso se esfuerzan en presentarle como el adalid del cambio y, pese a la errática política que practican en la comunidad, aspiran a arañar con él los restos que mitiguen la segura pérdida del diputado por León.
En Unidos Podemos se sienten ganadores porque Iglesias regó a los suyos y la simple suma matemática de los votos de las generales de diciembre les coloca en una situación muy ventajosa. Se dejan ver en la calle y esperan un vuelco en la izquierda de Castilla y León.
Donde peor se ven las cosas es en el PSOE, que hacen de la necesidad virtud y apelan a la responsabilidad del trabajo donde gobiernan, sin las estridencias de los de podemitas. Pobre argumento para poner contra las cuerdas a Podemos, partido al que ven como temido adversario que podría ocasionarles el desastre de que fuera más votado que ellos en la comunidad. Son conscientes de que no sólo está en juego el liderazgo de Sánchez, sino también el de Tudanca, que cierra filas con el aparato del partido en un momento de grandes dificultades cara al futuro. Por delante una campaña sin pulso en la que cada voto conseguido es un tesoro.
