El sector del vino no prevé el cierre de bodegas pero inquieta a sus viticultores
Las denominaciones de origen calculan que las ventas han caído un 60% durante el estado de alarma
El mundo del vino se derrama. Una añada histórica que se convierte en un mal sueño. Los bodegueros, nerviosos al observar a diario su stock repleto de botellas sin vender, y los viticultores, preocupados al ver crecer sus cepas con la incógnita de si podrán ser vendimiadas, descorchan una retahíla de preguntas. ¿Cuándo recuperarán el ritmo de ventas de principios de año? ¿Serán capaces de aguantar mucho más tiempo con la hostelería a medios gas? ¿La crisis repercutirá en la calidad de sus productos? ¿Podrán vender la uva en esta vendimia? ¿Bajarán los precios? Las denominaciones de origen de Castilla y León se ponen de acuerdo: calculan que las ventas han caído en torno al 60 por ciento , que el agricultor será el último eslabón de la cadena en verse perjudicado por el coronavirus y que el tiempo decidirá el futuro a corto y largo plazo del sector. El Covid-19, eso sí, no ha atacado de igual manera a cada zona vitivinícola de la Comunidad.
Desde el Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero, Carlos Villar diferencia tres tipos de bodegas. « Hay marcas, con vinos a un buen precio, que trabajan en los supermercados y han vendido en esta época más vino que nunca », señala. Pero son una minoría. «También están las bodegas que tienen muchos canales de venta y han podido sobrevivir durante la crisis con un 50 por ciento de pérdidas». Las más afectadas son aquellas bodegas que fían su producto al canal Horeca, es decir, a los hoteles, restaurantes y bares. «Estos han podido perder el 80 por ciento de sus ventas», apunta.
«Siempre hay peligro»
Con la duda de cuándo abrirá la hostelería de manera definitiva y de si habrá o no un rebrote de la pandemia, Villar, también gerente de Protos, cree que «siempre hay peligro de que un negocio cierre», aunque en Ribera del Duero reinan las bodegas familiares, con menos gastos por mano de obra. «No digo que no lo vayan a pasar mal, pero están tirando de su tiempo, trabajo y ahorros», expresa.
En su DO se ha reforzado la venta online y la comunicación en redes sociales, «un trabajo que no ve resultados de la noche a la mañana». «Hemos mejorado la venta desde internet, pero jamás solventará las pérdidas».
Crece el mercado online, pero «no compensa la pérdidas a través del resto de canales de distribución»
El director general de la Denominación de Origen Rueda, Santiago Mora, cree que el 90 por ciento de las bodegas se han visto dañadas por el Covid-19. « El mercado hostelero ha desaparecido y ahí vendemos el 70 por ciento de nuestra producción », detalla. En Rueda, donde el 98 por ciento de los vinos son jóvenes, el daño por la pandemia es doble, ya que este producto se diseña para ser vendido en el año. Los vinos blancos, que tienen un proceso de venta similar, «siguen en el stock y no han salido de ahí».
Una de las soluciones que se ha planteado en el Real Decreto presentado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación es la destilación de crisis. Las bodegas con DO recibirían 40 céntimos por cada hectolitro de vino destilado , con al menos un 11 por ciento de alcohol. «Aunque cada vez se está trabajando más en que mejore la vejez de los blancos, esta es quizá la opción más factible», apunta.
Mora alerta de que el problema que ha generado el coronavirus se trasladará en breve a los viticultores. «Si no hay hueco en las bodegas, la vendimia, que está a la vuelta de la esquina, se puede complicar». Desconoce qué ocurrirá con el precio de la uva, «ya que es una negociación entre la bodega y el agricultor donde el Consejo Regulador no puede hacer nada».
Vendimia histórica
Desde tierras zamoranas, el secretario general del Consejo Regulador de la DO Toro, Rubén Gil, prevé una cosecha superior a la media de los últimos cinco y diez años, donde en su zona es de 19 millones de kilogramos. «Gracias a las lluvias de invierno y de primavera y a que el granizo no ha hecho mucho daño», analiza. En Toro el cierre del canal Horeca también ha golpeado a las bodegas. «Las ventas en el mercado nacional suponen el 60 por ciento y al menos la mitad se venden en bares y restaurantes. Hay negocios pequeños y familiares que lo están pasando mal ». Aunque la exportación, sobre todo en Estados Unidos y Europa, la venta online y la presencia en los supermercados han ayudado a paliar la crisis económica derivada del Covid-19, «no compensa la pérdida de ventas en los canales principales». «Se deben plantear ayudas a estos vinos, que salvo alguna excepción, son de calidad», recalca Gil. La caída de las ventas tiene como consecuencia el almacenamiento del vino, un problema que se evidenciará en la vendimia. «Habrá bodegas que si la situación no cambia tendrán el stock plagado de botellas y les faltará liquidez para plantear la cosecha como otros años», anuncia.
Miedo con los rosados
Si Rueda sufre por sus vinos blancos, la Denominación de Origen de Cigales lo hace por sus rosados. El gerente del Consejo Regulador, Raúl Escudero, asegura que «no pueden permitir que las bodegas tiren el vino de 2019». «Quizá tengamos que refrescarlo con el de la añada de 2020» , aventura. Este tipo de vinos no contempla el almacenamiento privado como pueden hacer los tintos, que tienen una vejez mayor que el resto. «La vendimia es complicada. Habrá más oferta que demanda y los precios van a bajar», explica Escudero, quien no cree que las bodegas de su zona corran peligro de cierre. «Aquí la mayoría son familiares, con pocos empleados y con menos gastos que las grandes».
Algo similar ocurre en El Bierzo, donde la presidenta de su Consejo Regulador, Misericordia Bello, indica que «siempre existe peligro de cierre, pero los bodegueros son unos supervivientes natos, acostumbrados a vivir con dificultades». Aunque piensa que «en todas las crisis siempre alguien se beneficia», refiriéndose a las bodegas que venden sus productos en supermercados, Bello apunta que el coronavirus «ha hecho un daño terrible al mundo del vino» . Sobre la vendimia, la gran incógnita del sector, en El Bierzo creen que las bodegas «sí tendrán capacidad para comprar más uva, aunque el precio se verá afectado porque así lo dice la lógica».
«¿Cómo entendemos nosotros el vino? Desde la marca de garantía, desde la denominación de origen», explicó en una entrevista a ABC el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo rural, Jesús Julio Carnero. En definitiva, el objetivo de la Junta de Castilla y León era que el Gobierno de España sacase adelante las medidas teniendo en cuenta el «equilibrio total entre las distintas zonas del territorio nacional». Pero no ha sido así. «Las ayudas son insuficientes y negativas», calificó el consejero al conocer las medidas planteadas en el Real Decreto . «Era el momento de apostar por los vinos de calidad y el Ministerio no lo ha considerado». Las ayudas se basarán en la destilación de crisis, la cosecha en verde, el almacenamiento privado y la regulación de la próxima vendimia.
Las cuestiones, en el aire, y como decía Plinio el Viejo, «la verdad está en el vino». Habrá que esperar a abrir las botellas.