De Santiago: «La Junta no es antitaurina. Defiende la tauromaquia»

Medio centenar de vecinos de Tordesillas se manifiestan ante las Cortes, que dan el visto bueno a la ley que prohibe matar al morlaco en el torneo del Toro de la Vega

El consejero De Santiago-Juárez, ayer en las Cortes de Castilla y León F. HERAS

M. SERRADOR

Las Cortes de Castilla y León dieron ayer un paso definitivo para prohibir que se dé muerte al Toro de la Vega en el tradicional torneo que cada mes de septiembre se celebra en la localidad vallisoletana de Tordesillas. Aunque todos los grupos parlamentarios se mostraron de acuerdo con el fondo del asunto, la oposición parlamentaria -PSOE, Podemos, Ciudadanos y Grupo Mixto- criticó las formas, al tramitarse vía Decreto-Ley, y mostró sus sospechas de que la medida tenga «tintes electoralistas». A la hora taurina por excelencia, las cinco de la tarde, PP, PSOE, Podemos y Grupo Mixto votaron a favor de la convalidación del Decreto-Ley de la Junta que prohíbe la muerte del toro en presencia de espectadores durante la celebración de un festejo taurino tradicional. Sólo Ciudadanos se abstuvo, más por cuestiones de forma que de fondo.

Con vecinos de Tordesillas en la tribuna de invitados, el consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, arrancó con la defensa de la iniciativa en la que volvió a insistir en que el objetivo no es otro que «proteger la tradición, adaptándola a las sensibilidades el siglo XXI». Intentó, además, dejar claro que «la Junta no es antitaurina y defiende y respeta la fiesta de los toros», para acabar citando a Lorca: «Los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo». «Se equivocan quienes piensan que estamos dando la puntilla a la Fiesta», sentenció, ya que «el Toro de la Vega y la Tauromaquia no se parecen en nada». El consejero de la Presidencia termino por reivindicar una decisión que podían haber tomado dentro de sus respectivas competencias el Ayuntamiento y el Gobierno de la Nación, pero que, finalmente, la adoptó de la Junta.

El procurador socialista, Luis Briones, defendió el voto positivo de su Grupo en que el decreto es «técnicamente impecable», si bien recriminó al Gobierno regional que la medida no se haya acordado con el pueblo y el ayuntamiento tordesillano. Lanzó después su sospechas de que se trató de «una decisión unilateral, con alevosía y premeditación cuando los escándalos acosaban a la Junta, se veían nubarrones y había que desviar la atención de otros temas que generaban alarma social». «Esta gala de despotismo ilustrado -añadió Briones- se toma en un momento preelectoral».

Josefa Rodríguez, procuradora de Podemos, reconoció que su grupo «se congratula» con el Decreto-Ley de la Junta, que calificó de «pequeño paso», ya que «no nos convence su redacción». Rodríguez también habló de una «treta electoral del PP» y mostró su temor a que el texto «pueda esconder trampas en su regulación». De hecho, aunque votó a favor, su grupo solicitó después que fuese tramitado como proyecto de ley para dar así lugar a un mayor debate y a la presentación de enmiendas, petición que fue rechazada por la Cámara, con los votos en contra de PP y PSOE. También el parlamentario de IU, José Sarrión, advirtió que «estaremos atentos al cumplimiento de esta norma porque no vamos a tolerar que se intente bordear la Ley».

Críticas de Ciudadanos

Las críticas más virulentas llegaron de la mano de Ciudadanos quien a través de su portavoz, Luis Fuentes, embistió sin previo aviso contra la Junta y su presidente, Juan Vicente Herrera, por lo inoportuno de celebrar «en estas fechas un debate sobre el Toro de la Vega», cuando, a su juicio «había que ponerse al día tras meses de inactividad fruto de la retirada de facto de quien debiera ejercer un liderazgo activo a la altura de los importantes retos de la Comunidad». Sus comentarios llevaron a la presidenta de las Cortes a pedirle que se centrase en el asunto y dejase ese argumentario, cosa que hizo para denunciar que no se ha producido un debate en la sociedad sobre la tauromaquia sino que «juegan a los bandos, las trincheras y los buenos y malos». Justificó finalmente su abstención en que la medida «proviene de las trincheras» y en que «no nos sentimos cómodos con un Gobierno que legisla para prohibir.

Finalmente el procurador de PP, el vallisoletano Ramiro Ruiz Medrano, defendió que el Decreto Ley «responde a una sensibilidad creciente, mantiene la tradición y se adapta a la realidad social».

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